Este cuento se ambienta en el Liceo Pencopolitano (Penco) |
Puñalada por la espalda - 2016
De Concepción a Valparaíso - Verano del 2012
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Introducción musical:
“(…) No sabía que dentro de ti yo iba a encontrar la luz. No sabía que existía un mundo así. No sabía que podía ser tan feliz.
“(…) No sabía que dentro de ti yo iba a encontrar la luz. No sabía que existía un mundo así. No sabía que podía ser tan feliz.
Que la vida pasaba de
largo, vacía, sin emoción. No había nada flotando en el aire, abrazándome el
corazón. ¡Y llegaste tú! Y el mundo me abrazó (…)
Y llegaste tú. Y me
sorprendió. El poder que había en este amor.
Y llegaste tú. Una
bendición. Aun recuerdo el momento en que todo cambió.
Y llegaste tú. Y me
sorprendió. El poder que hay en este amor.
Y llegaste tú, una
bendición. Aun recuerdo….., ¡cuando llegaste tú!”
(Extracto de la balada
romántica “Y llegaste tú”, del dúo
mexicano-argentino Sin Bandera. Año 2003)
Sala de clases, bloque C. Segundo piso Liceo Penco (Aprox., año 2007) |
En
una mañana cualquiera salió de la sala de clases bajo la excusa de ir al baño,
cuando en realidad “el frescolín” quería comprarse unos alfajores en el kiosco
del liceo. Hasta que de lejos veía a una compañera del 1ºJ, le empezó a gustar
Isabel.
Al
otro día, y en medio del recreo Matías quería comprarse unos galletones en el
kiosco. Se los iba sirviendo. Luego se fue a sentar en los asientos mecano del
patio, cuando al frente suyo estaba la chiquilla algo solitaria. Y por primera
vez tomó la iniciativa en acercarse a ella. Matías llega a donde ella, pero en
un comienzo no lo toma mucho en cuenta ya que estaba escuchando música con su “Discman”. Luego lo miraba algo distante
y se saca los audífonos de sus oídos, Matías le habla en voz baja:
Isabel
movía con su cabeza en vez de hablarle, queriendo decir “¿¡Si!? ¿¡Qué pasa!?”. Con esa expresión quinésica buscaba saber
porque Matías pretendía molestarla.
Matías:-
(Nervioso) ¡Hola!, ¡mira!….desde ayer que siempre te veo en el recreo. ¡Y nada
poh´!….te quería saludar-
Isabel (Cuestionándolo
al principio):- Ya, ¡pero oye!….viene mi pololo en un rato mas, mejor ándate
¡De verdad!
Cada vez que uno salía al recreo, era común ver en los pasillos a parejas besándose. Muchos matrimonios nacieron en los pasillos del Liceo Penco. |
El
adjetivo que mejor define a Isabel Rebolledo (16) es dulce. Era inteligente,
viñamarina de nacimiento, parecía más bien –en apariencia claro- una niñita del
Colegio Sagrado Corazón de Concepción pero en realidad estaba en el liceo de
Penco. ¡Bonita la mina! Muy señorita, niñita mimada desde su infancia.
Un
mes después.
Matías
estaba en una clase de Química, cuando de repente le pidió al profesor permiso
para salir al baño. Salió de la sala. Camina por los pasillos del liceo, y
cuando estaba a punto de entrar a orinar ve de lejos a su amada Isabel, algo
triste en los asientos del patio, sola y con lágrimas en su rostro.
Foto del 4ºH, generación 2005 |
Matías:-
(Nervioso) ¡Hola!
Isabel
estaba llorando en ese momento. Movió su cabeza hacia donde estaba el chico,
frente a ella, y esa distancia que en algún minuto tuvo con Matías no se
notaba. Como que la mujer entendía que pese al aspecto “perno”, inocente y “hue…n” del muchacho, en el fondo no era
un mal cabro. Ella venia de pasar un muy mal momento.
Isabel:-
(Bajoneada) Hola
Matías:-
¿Qué te pasa?
Isabel:-
¡Siéntate!
Isabel se parece mucho a esta otra niña, quien en realidad es una modelo quien posó para la publicidad de un preuniversitario (Cuyos posters se pueden ver en varios puntos del centro de Concepción).- |
Matías:-
¡Pucha!, que pena que estés así. ¡Cuéntame!, ¿Por qué lloras?
La
mujer paró de llorar cuando el compañero del 1ºB le empezó a hablar, pero aun
seguían las gotas de llanto y lagrimas visibles desde sus ojos. Pues resulta
que el Rubén le puso “el gorro” a la pobre cabra, tenía algo con otra persona.
¿Quién no se va a sentir defraudada así? ¿Ah? Pasa que Rubén se estaba besando
con otra compañera.
Isabel:-
(Triste) Terminé con el niño que te gritó el otro día
Matías:- ¡Ah!….¡qué
pena oye! Pero mira, tengo que decirte algo…
De
repente Isabel ve de lejos a su mamá quien la venia a visitar por un asunto
bien confidencial, la apoderado estaba en uno de los pasillos del liceo
haciendo gestos con sus manos, como queriendo decir “¡Hola hija! ¡Ven!”
Isabel:-
Mi mamá me está llamando, pero a la salida hablamos ¿¡Ya!? ¡Chao!
Varios
meses después
Tras
la mala experiencia amorosa de Isabel con el altanero de Rubén, podríamos decir
que ahora las cosas cambiaron para mejor en Matías ya que quien fuera uno de
los “nerds” del liceo por fin se ganó
la amistad y el aprecio de la bonita joven “refinera” (Esta última palabra hace
alusión a que la chiquilla de trenzas y pelo largo -color café- vivía en el
tranquilo sector de Refinería, Penco).
Era
la última semana de clases en Diciembre del 2002, y muchos “cabros” decidieron
no ir al liceo para escaparse a la playa una tarde. La mayoría de los alumnos
sabían que pasaban de curso, incluso si se sacaban un rojo en la última prueba.
La sensación térmica era de 23ºC a las 15 horas de un viernes.
Matías
iba solo a la Playa de Penco, con sus sandalias (o Wayanas como suele decir comúnmente la gente) y una toalla para
tomar sol después de lanzarse al mar. Sabemos que el mar es calmo y tranquilo
en esta localidad del Bío Bío.
Dos
horas después estaba casi tomando una siesta sobre la toalla y bajo el sol,
cuando a lo lejos ve a Isabel compartiendo con algunas amigas. Aun no le ha
podido confesar su amor, porque astutamente se cercioró de tener bien ganada la
confianza de la delgada y simpática compañera. El joven se paró del suelo y
caminó hacia el grupo de señoritas. Isabel se puso contenta cuando Matías
llegaba.
Matías:- (Primero le dirige la palabra a las niñas,
luego le habla directamente a Isabel) ¡Permiso! ¡Hola niñas!......¡Hola
Isabel!
Isabel:-
¡Hola poh´ Mati! ¿Cómo estay´?
Matías:-
¡Aquí poh´! Hace meses que te quise confesar algo, pero tiene que ser en
privado.
Isabel:-
¡Ah ya poh´! ¡Deja pararme primero! (Luego
le habla a sus amigas) ¡Chiquillas! Voy a hablar un poco con este niño,
algo en privado, vuelvo altiro ¿Ya?
Al
final los dos iban caminando solos en la arena, la Playa de Penco bien sabemos
que es un rincón amplio. En el 2002 aun no existía la Costanera.
Matías:-
Isabel, quiero ser supera honesto contigo. Eres muy simpática, y fue rico que
me dejaras ser tu amigo.
Isabel:-
(Risas) ¡Ah ya! ¡Dale! ¡Gracias!
Matías:-
Isa, te tengo que decir algo super importante
Isabel:-
Tranquilo Matias, dime, sin miedo
Matías:- ¡Me
gustay!, ¿Queri´(s) pololear conmigo?
Isabel
no le dijo nada, simplemente lo besó. Esa fue su mejor tarde.
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