En este cerrito que divide la Población Diego Portales hay una parroquia católica. |
Por ahora se ven senderos rústicos que se ven en la colina, mas los
pastos silvestres y húmedos que crecen después de cada “frente de mal tiempo”
(producto de la humedad post-lluvia). Esta colina conecta dos rincones de
población, y no es de gran altura (fácil de escalar, ¡sobre todo! si a futuro
se instalaran escaleras y senderos pavimentados que la crucen).
En la Región del Bío Bío (y particularmente en la intercomuna puerto Talcahuano-Hualpén)
hay varios ejemplos en relación a la recuperación de espacios abandonados.
En Hualpén tenemos el caso del
Cerro Amarillo, una colina céntrica
que es considerada (según los hualpeninos) como un corazón simbólico en el
radio céntrico del barrio Hualpencillo. Una de las tantas cosas buenas que ha
hecho el entonces alcalde PPD Marcelo Rivera ¡Digamos las cosas como son! (Independiente que para la prensa derechista
local, Rivera termine ganándose “cierta mala fama” por su triste vinculo confirmado
y corroborado con narcotraficantes de la comuna, hoy totalmente fuera del
circulo político del Gran Concepción por veredictos judiciales). Y es que
antes del año 2004, cuando Hualpencillo[1]
aun era un barrio mas de la entonces gigantesca y populosa Talcahuano (Tanto así que según el Censo del 2002
Talcahuano fue la comuna más poblada de la región, superando a Concepción),
el Cerro Amarillo no era más que una colina tipo basural, con arbustos
silvestres, solitaria, abandonada, algo pelada y con “excremento” de perro en
los rincones. Hoy en pleno 2019 el Cerro Amarillo es un parque urbanizado en el
corazón de Hualpencillo, con portones de entrada, rejas, tachos para botar la
basura, etc.
Mientras que en Talcahuano
groseramente tuvo que ocurrir un terremoto y maremoto en el año 2010 para que
las autoridades regionales recién mostraran “real preocupación” por hermosear,
reconstruir y remodelar una comuna-puerto que hasta el 2009 no era atractivo
turísticamente a nivel regional, no ocupó hasta ese entonces parte del eje
central en las postales recomendadas del Gran Concepción (Casi como un paseo
para los pobres, obreros, “choros” [2]y
comunistas). ¡Es más! Talcahuano
casi fue visto (desde la ignorancia claro) como un barrio más de la ciudad de
Concepción producto de la rutinaria dependencia económica, comercial y laboral
con la capital penquista sobre todo después del Plebiscito de 1988, esto último
fue consecuencia de la falta de visión que tenía el entonces alcalde
“dinosaurio” Leocán Portus (DC), un retrógrado de la política quien ya alcalde
de la modesta comuna en tiempo de la Unidad Popular (UP). Y volvió a calentar
el asiento en el año 1990 tras el fin de la dictadura militar (y del periodo de
los alcaldes designados por Pinochet desde La Moneda). Bueno, pasa que ya
ocurrido el triste terremoto del año 2010, el primer gobierno de Sebastián
Piñera invirtió prioritariamente en su reconstrucción, esto ha dejado varios
logros significativos, como la construcción e inauguración de “La Poza” (Un bello paseo peatonal al costado del mar, y en el rincón más típico
del centro pesquero. Aunque a diferencia de lo que vemos en la Costanera de
Penco[3], en La Poza de Talcahuano no es frecuente
ver a peatones paseando mas allá de las 21 horas, ni siquiera a jovenes
pedaleando en bicicleta o practicando “skate”, producto de las prematuras bajas
de temperatura a partir de las 19/20 horas, ¡incluso en primavera!), la remodelación de la Plaza Arturo Prat,
la construcción de un moderno frontis
municipal (al frente de la plaza), la remodelación de la Avenida Colón, y el mejoramiento de un paseo-mirador a la altura del Cerro
Cornou / Cerro Zaror. Sin dejar de lado la inauguración de la Avenida Los Pescadores, una moderna
carretera-subida que conecta expeditamente a Talcahuano con Caleta Tumbes, cuyo
fin de la larga pendiente en plena “punta del cerro” se instaló un enorme mirador panorámico que es uno
de los nuevos atractivos en esta renovada comuna costera del Gran Concepción (Colindante con la mencionada ruta se pueden
encontrar algunos miradores-asientos,
obviamente que todos con vista al mar y enclavados en la subida, ideal para
poder ¡¡descansar un poco!! si es que usted camina subiendo hacia el sector de
“Los Cerros”, desde el puerto).
Sobre el cerrito de la Diego Portales. Como es una colina que separa dos
rincones de la población, casi como un corazón geológico o topográfico, se
logra apreciar (a distancia) harto rincón verde (Ojo, no confundir con áreas
verdes) aunque sólo son pastos silvestres, que crecen producto de la humedad
post-lluvia en temporada de invierno. Igual hay unas pocas casas enclavadas en
el cerrito, pero hace 15 años atrás (Año 2004) esta colina estuvo plagada de
casas, ¡repleta por completo! (Bueno, tanto como un Ghetto no era ¡no le pongamos color tampoco!).
Y lo poco de historia que se ha rescatado indica que la ya extinta
“colmena poblacional” fue un legado más de lo que era el sector durante los
años de la Unidad Popular (UP) 1970 – 1973, cuando muchos campesinos
aspiracionales de hace medio siglo provenientes (en su mayoría) de las zonas
rurales cercanas a Laja, San Rosendo, Yumbel, Rere, Rio Claro y Turquía[4]
(¡¡No es el país del medio oriente porciacaso!!, sino
una aldea rural ubicada en la comuna de San Rosendo) llegaron
a este lugar con el anhelo de encontrar trabajo en alguna de las emergentes
industrias que estaban naciendo en el Gran Concepción (ENAP, Huachipato CAP
Acero).
¡¡CUENTO CORTO!! En las partes desocupadas de este aun campechano
“cerrito” se podría aprovechar en áreas verdes más pulidas, instalando así
palmeras artificiales (Como las que el alcalde de Penco Víctor Hugo Figueroa
instaló en la playa), flores, iluminaria pública con altísimo voltaje, senderos
pavimentados, bebedores de agua (aguaceros), pequeños odeones (planos redondos
con techo), miradores, asientos y terrazas (Que sería una mezcla de miradores
planos con asientos, y techados). Sería una hermosa forma de recuperar este
cerrito, en pos de la MODERNIZACIÓN.-
[1]
Entre la década del 40´ y el 2004 al sector de Hualpén se le denominaba
colectivamente “Hualpencillo”, no se le llamaba Hualpén. El semillero y
los orígenes de esta comuna provienen de la migración campo-ciudad, propio de
mediados del Siglo XX (Campesinos de la zona de San Rosendo y Laja que llegaron
a Concepción con el anhelo de escalar social, encontrar empleo y mantener a sus
familias).
[2]
El concepto “choro” puede tener varias connotaciones en el colectivo
chileno. Se le denomina así a un delincuente, ladrón, asaltante, pobre, flaite,
roto, “cumbianchero”, traficante, “roteque”, pinganilla, reggaetonero, punga, malo,
“canero” (-derivado de “cana”, cárcel – “Canadá”),
incluso para denominar a una persona prepotente
y agresiva (o incluso, hacia alguien “desafiante”,
pesado, altanero, impulsivo, bravo, ordinario, bruto, vulgar, grosero,
inculto, bárbaro). Alguien mala clase, del bajo mundo.
[3]
No nos olvidemos que en la Costanera de Penco (Remodelada en el año 2013) muchos
transeúntes (lugares o turistas) vienen a pedalear
en sus bicicletas, entrenar (atletismo, trote), salir a pasear con sus
mascotas, practicar “capoeira”, hasta “chutear” una pelota de fútbol (Ojo, no
es lo mismo que una pichanga de futbol ya que en realidad es un adulto con su
hijo tocando el balón con el pié).
[4]
Turquía es una aldea rural ubicada
en la comuna de San Rosendo, aunque casi en el límite con la vecina Yumbel. Colindante
con la línea de ferrocarriles longitudinal norte (Cuando antes los trenes salían a Yumbel-Estación, Monte Águila,
Cabrero, Chillan, Santiago) y la confluencia oculta Rio Laja – Rio Claro. En
estricto rigor no es más que un punto plano con tres esquinas, un cruce de
caminos ripios (rurales) entre San Rosendo y Rio Claro. Unas pocas casas se ven
en el lugar, más otras viviendas repartidas en las colinas (fundos apartados). El
único comercio del lugar es un negocio de barrio que abastece “a los turcos” (¡Ya! A los lugareños. SI Los amigos del
medio oriente y Estambul no emigraron a San Rosendo).
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