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lunes, 15 de enero de 2018

Artículo de pensamiento crítico: PENCO, CIUDAD REGGAETONERA, ENGRUPIDA e INFLUENCIABLE - Redactado el 2013

En los noticiarios es común ver como ciertos lugares típicos son difundidos por sus costumbres. Y es demasiado el estrés de la gente de ciudad que quiere salirse de la urbe para respirar aire puro, servirse un plato de cazuela en un restaurant de comida criolla, o descansar un rato en medio del silencio y del ruido de las arboles campestres.
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La Octava Región del Bío Bío ofrece el más diverso arcoíris de lugares típicos. Podrían enumerarse muchos ejemplos, como la localidad de Rere, las comunidades pehuenches de Ralco, la Isla Mocha o Talcamávida. El primero de estos pueblos, que es Rere, es un antiguo e histórico pueblito rústico cuyas calles son de tierra, aquí funcionó un banco a fines del Siglo XIX y tiene muchas casas de adobe. Mientras que desde Ralco hacia la frontera con Argentina (en la precordillera) se encuentran varias comunidades mapuches con pobladores que hablan mapudungun y practican costumbres ancestrales. La Isla Mocha es un rincón separado del continente, rico en paisajes naturales, flora, fauna y ambientes campestres, totalmente aislada de la ajetreada, contaminada y latosa Concepción. Y Talcamávida, que si bien se ubica dentro de la comuna de Hualqui, ofrece interesantes postales de un “pueblo perdido”, no es una aldea como muchos se imaginan, sino que una población con apariencia de pueblo rustico, totalmente aislado de la capital regional y separado por el campo, donde hasta hace un par de años solo se llegaba en tren. ¡Qué lindo es Chile!
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Cada pueblo y cada nación tienen su propio folclor. ¡Sus propias costumbres!  
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Ahora, si bien el consumismo, el adormecimiento por parte de la clase política, la ignorancia de algunas personas, el poco interés a temáticas sociales por parte de la misma clase popular y la globalización, son realidades que ocurren en todo Chile, hay partes donde al parecer esto es más notorio que en otras. ¿Se imagina una ciudad que se consagre como un paraíso para los más poderosos?, un pueblo que siendo pobre y marginal -o con un centenario pasado proletario - nunca haga noticia porque los pobladores hayan hecho alguna protesta. Donde muchos aman las marcas o aparenten “arribismo materialista”, o donde ser critico solo genere anticuerpos. Es increíble que a trece kilómetros del centro de Concepción existan partes así, como Penco.
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Foto de la calle Freire (En el centro de Penco).
Tomada en el año 2013, si se dan cuenta es posible ver el
local donde funcionaba el pub "People Club". Ya pasado las
2 AM se armaban las medias fiestas adentro de este local.
Pero hoy supuestamente cambió de dueño pasando a llamarse
"La Picá de Penco" (Y décadas atrás era el CAPRI)
Más que un trabajo de investigación -con fuentes bibliográficas o entrevistas- es un recorrido por el cautivante folclor de la comuna de Penco. Ciudad manipulada, adormecida, pasiva, apática, asantiaguinizada, televisiva, permeable y muy poco crítica.






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Pescados chicos vs. El pescado grande. ¿Imposible?
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En los últimos años la televisión muestra a una comunidad de ciudadanos convocando y organizando movilizaciones, con protestas, barricadas y marchas. De esta forma podemos hablar de movilizaciones estudiantiles o de apoyo al pueblo mapuche en el centro de Santiago, como también de otras que convocan a pescadores en Valparaíso, e incluso de marchas convocadas por gremios de funcionarios públicos en la Plaza Independencia de Concepción. Ellos aprovechan una de las ventajas que ofrece la libertad de expresión, aunque hay dudas de que tan democrática sea nuestra sociedad.
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Al parecer se ve un descontento colectivo, pero estos movimientos sociales ¿convocan realmente a todo el pueblo chileno? Pueblo -desde el punto de vista ideológico- convoca a toda la clase trabajadora del país, e incluso a toda la gente común y corriente que no cuenta con algún tipo de privilegios (Hoy “el pueblo” lo conforman las personas que viven en poblaciones). Desde el punto de vista de las clases sociales Chile está dividido en los segmentos ABC1, C2, C3, D y E, y acá el pueblo (desde el punto de vista de los ingresos mensuales) lo conforman los estratos C3 (Clase media vulnerable), el D (Clase baja) y el E (El estrato más marginal). E incluso hay un interesante bloque -dividido imaginariamente en cuatro partes- que grafica la división entre “gente influyente” y “gente corriente”. Los comunes pasarían a conformar el pueblo, mientras que los poderosos se dividen en dos elites: económica e intelectual.
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El pueblo podría dividirse entre gente crítica y gente controlada. Los primeros pasan a ser personas que muchas veces son nuestros propios vecinos pero que se diferencian al resto de las personas porque muchas veces cuestionan lo que ven o lo que oyen. Mientras que los segundos también forman parte del vecindario, pero representan a la mayoría de las personas, a la gran mayoría de chilenos, los que ven mucha televisión y quienes por una circunstancia X no se atreven a cuestionar las gestiones de alguna autoridad. Eso explica el porqué las movilizaciones sociales no logra convocar a todo el pueblo, aunque hay razones de membrecía a un sindicato o confederación social, los que siempre van a este tipo de manifestaciones son personas del pueblo, pero son de “ese pueblo critico”, porque en realidad la mayoría de los chilenos (el pueblo controlado) no tiene tiempo para salir a la calle, para solidarizar con estos movimientos.  
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Para que el sueño del revolucionario - de lograr una nueva revolución social en Chile- se haga por fin realidad (como una forma de combatir con la más grosera desigualdad que hoy predomina en Chile) pareciera que no basta únicamente con los que siempre vienen y participan de las marchas. Algunos hablan de cambiar el modelo económico neoliberal y otros hablan de una Asamblea Constituyente.
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Hay zonas geográficas en el país donde predominan fuertemente la apatía social (donde la gente nunca hace nada) y la acción social (donde el pueblo se perfila como revolucionario). Por ejemplo, donde ocurren muchas movilizaciones son en los barrios populares de las grandes ciudades, también en las comunas pobres y en la zona mapuche (aunque en realidad son solo algunos de los rincones más postergados de Chile). Mientras que en zonas más agrícolas y campesinas (En todo el valle central desde la V Región hasta la IX) los humildes pobladores no ponen ninguna resistencia a la decisión de sus autoridades locales, cuya sumisión es más notoria según la cantidad de habitantes (A menor población… más tranquila es su gente, salvo en excepciones). Los movimientos sociales necesitan la adhesión del pueblo para ganar la lucha.



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Penco: la única comuna proletaria “muy controlada” del Biobío 
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Para comprender mejor el contexto la Octava Región se podría dividir en cinco segmentos sociales: 1) La vida acomodada de ciudad (Por ejemplo Concepción), 2) los barrios populares de las grandes ciudades (Barrio Norte, de hecho este sector penquista busca conformarse como comuna), 3) el mundo campesino (En los alrededores de Chillan y Los Ángeles), 4) el mundo indígena (Los mapuches de Alto Bío Bio y Tirúa) y 5) las comunas proletarias-costeras (Conformada por Talcahuano, Coronel, Lota, Lebu, Tomé y Penco). En el fondo hay un sector activo, y otro mucho más tranquilo.

Esta última zona mencionada, de 6 comunas, muestra ciertas características geográficas y topográficas como elementos en común que las unen. Son ciudades que crecen, se desarrollan y giran en torno al mar; cuentan con playas (aunque no todas aptas para el baño), caletas y muelles pesqueros; están rodeadas de cerros ocupados por calles y poblaciones, su corazón comercial literalmente son el centro de estos lugares porque se ubican en medio de un “hoyo” entre la costa y los cerros, gozan de lindos atardeceres y en sus subidas cuentan con miradores, por solo mencionar algunos.
Pero además presentan características socio-económicas que también las hacen comunes. En el pasado fueron ciudades industriales, pero hoy todas cuentan con un grado de crisis económico-laboral ya que en muchos de estos lugares hay altos índices de cesantía. Talcahuano es el puerto pesquero más grande del sur, pero no es garantía de que los choreros tengan empleo en su comuna. Y Coronel fue una gran ciudad minera pero hoy vive un serio problema ambiental desde la instalación de las termoeléctricas Bocamina 1 y Bocamina 2. Ambas ciudades están altamente fétidas y contaminadas. 
Lota fue la gran ciudad minera de la VIII Región hasta el año 1997, pero ni siquiera el redundante rescate patrimonial minero logra derrotar la pobreza que estigmatiza a esta comuna a nivel nacional. Lebu fue también otro punto minero pero hoy –y pese a ser la capital de la Provincia de Arauco- se sienten casi como un patio trasero de Concepción, Tomé tendrá las mas playas más lindas pero el cierre de la fábrica textil ha condicionado el destino de muchas familias, y en Penco funcionaron dos grandes industrias que fueron cerradas en 1976 (Refinería de Azúcar) y 1990 (Lozapenco), empresas que crearon el Penco moderno desde su refundación en 1823.
Y mientras en la mayoría de estas ciudades se presencian las más diversas manifestaciones callejeras –o tomas de rutas-, algo ocurre en Penco que como antiguo pueblo proletario se mantiene un tanto al margen. Llama la atención que mientras los trabajadores portuarios de Caleta Lo Rojas -en Coronel- se enfrentan a los efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros, o cuando los pescadores artesanales de Tome se toman el camino de acceso a la ciudad (y en el mismo día), ¡en Penco nunca pasa nada!
Elementos y poderes que controlan a los pencones
Sería muy arrogante decir que esta pasividad muy típica de los pencones es una de las consecuencias ideológicas y sistemáticas de la dictadura militar.  Pero si en la sede comunal del Partido Comunista muchos militantes -en conversación privada- dicen que “tiempo antes del golpe muchos democratacristianos sapeaban a los compañeros”, es por algo ¿no? Si ya en la década de los años 70´s fue muy difícil volver a re-despertar las conciencias penconas mucho más difícil lo es ahora, pese a la cantidad de manifestaciones que muestra la televisión o las facilidades que ofrecen las redes sociales, porque el miedo o el silencio de los abuelos fue enseñado -y traspasado- a las nuevas generaciones. Y todo es generalizado, la mayoría no cuestiona su entorno.  
¿Qué vemos hoy en Penco? Pese a haber sido una ciudad industrial su gente es muy diferente a la de pobladores de otras localidades proletarias. Pero además están ocurriendo muchas cosas y anécdotas que realmente llaman la atención, a los ojos de un penquista con ideales comunistas o de un lotino.
El pasado domingo 25 de agosto (de 2013) unos 5.000 jóvenes casi llenaron el Gimnasio Municipal, porque allí el municipio hizo una convocatoria para conmemorar el Día de la Juventud. Lo que definitiva aquí ocurre es que las autoridades locales gestionaron “circo para el pueblo”, enfocado en este caso como “un carrete para los chiquillos”. ¿No se supone que son los privados los que debieran instalar boliches o discotecas? ¿Por qué el municipio debiera gastar recursos públicos para invitar a un grupo de reggaetón, como invitados estelares de una fiesta? O si tantas ganas tienen de carretear, ¿Por qué no se juntan y organizan algún carrete en una casa particular? Un organismo público, se supone, debiera enfocarse a temáticas sociales, hay dinero que se está gastando en ese evento que por lo demás es gratuito…..la entrada era liberada para cualquiera que quisiera ir.
Uno de los “contados” vecinos críticos de Penco es Juan Carlos Flores Ferreira, un poblador que muchas veces fue discriminado por la municipalidad cuando pidió financiamiento -o espacios- para su museo de fósiles y objetos taximérdicos. Tiene su opinión muy crítica sobre el tema:
“Mira, uno de los sistemas de manipulación del ser humano hoy día es la televisión, como también hasta el mismo hoy ha sido la religión. Estamos frente a grandes anópticos que tratan de influir en la juventud a través de la propaganda o a través de la evangelización llamémoslo así, o interpretación de los textos y figuras religiosas. ¿Ya? Pero en el contexto de la televisión esto es más actual porque esto nos toca casi mayormente a la juventud, puesto que ellos están siguiendo modelos que vienen de afuera, de otros países ¿cierto? Y que la televisión ocupa en el sentido de poder tergiversar un poco la mente de los jóvenes para sacarlos de los problemas cotidianos que son de ámbito social, de ámbito político-social, o demandas sociales ¿Ya? Entonces en ese sentido la culturización a través de la televisión en el sentido de la propaganda está mermando las capacidades de los jóvenes para luchar, para la lucha cotidiana que está en el diario vivir de los papas, de la vida diaria de uno mismo, de los mismos jóvenes, ¿ya?, y me parece lamentable que eso haya ocurrido y va a seguir ocurriendo mientras los jóvenes no tengan conciencia de lo que están viendo, porque los grupos elitistas son los que imponen lo que los jóvenes…. que mostrarle a los jóvenes, que quieren ver los jóvenes ¿ya? Y es una manera de concientización no más poh. Pero que a la vez provoca un daño sobre todo aquí en la comuna de Penco porque no están consciente los chicos poh, están (…) en otras actividades que están cohesionando la actitud de pensar por la comuna y de hacer cosas, de liderar proyectos sociales en la comuna ¿Ya?”
(Juan Carlos Flores Ferreira, vecino de Penco)
Aunque todo tiene un porqué, el motivo que tiene la municipalidad para convocar a una fiesta es su afán “por quedar bien con la gente”, los más críticos lo aluden a una estrategia política de obtener votos para sus aliados políticos, y esto en las elecciones parlamentarias que se realizarían meses después. Ahora es la Democracia Cristiana (DC) el partido del alcalde, y es una de las cúpulas que conforma el conglomerado de la “Nueva Mayoría”, hay una diputada socialista que quiere ser re-electa, Clemira Pacheco, y el apoyo de los DC en Penco como en muchas otras comunas es vital. O también porque a los políticos tradicionales les conviene darles en el gusto a la mayoría, en eso no hay diferencias entre la actual administración netamente concertacionista y entre la anterior que fue UDI, Guillermo Cáceres estuvo en el cargo entre 2005 y 2012 pero fue en su periodo donde el municipio intervino mucho en los carretes para jóvenes.
En otras ciudades cuesta creer que “fiestas” y política van de la mano. Pero bien se dice que algunas autoridades distraen a la gente con este tipo de eventos masivos, algo que en Concepción –por tratarse de una ciudad universitaria- cuesta realizarse porque si se descubre que el municipio convoca a un carrete público le lloverían las críticas desde el mundo intelectual. Bien distinto es el panorama en Penco donde por tratarse de una ciudad muy postergada (no solo por el centro y la derecha política) escasean los espacios para el pensamiento crítico.
Por lo tanto, si se hace un análisis académico los imaginarios sociales [1]que mas predominan hoy entre la mayoría de los pencones…son “los reggaetoneros”, los chicos-farándula y los consumistas.



CONCLUSION

Cuesta poner todas las anécdotas que ocurren en Penco en tan solo 5 carillas. Si bien esta temática no es un tema que interese a los medios locales de la Región del Bío Bío ya hay personas que observan su entorno día a día por el simple hecho de vivir –dicho en buen chileno-“donde las jaibas pican”, o sea, en el lugar de los hechos. Es imposible que hoy los revolucionarios puedan concretar sus metas si dentro de la clase popular hay personas que no tienen interés en participar de iniciativas sociales.

Pero esta manipulación generalizada viene dándose por años, por varias décadas, y respaldada en su momento con el inicio de la dictadura. Es necesario que a veces una persona de ciudad no quede con ese prejuicio de que todos los pueblos que en su momento fueron industriales –los que se ubican en torno a la costa y rodeada de cerros- sean tildados de revolucionarios. Ya con lo mostrado y explicado en este informe queda claro, que Penco es un lugar donde hoy en día carecen los espacios para la participación ciudadana.

Los que ahora tienen posturas críticas sobre la situación social que hoy se vive en Penco (y con domicilio en este pueblo) son pocos, muy pocos, aunque en aumento. Pero tanta critica es algo que aparentemente aburre a las personas, y lo que se espera en la comunidad son mas soluciones que criticas. Pero tampoco hay que negar que cuando se tienen la iniciativa es bien poco lo que apoyan, o en la municipalidad o en alguna sede de Partido Político (ni hablar de cómo opera la comunal del Partido Socialista), y es muy difícil contar con el apoyo de la comunidad si se pretende sumar convocatoria para una marcha, ¿Con que fin hay que convocar gente a un organismo o movimiento social? Simplemente para ganar apoyo, para que una bandera de lucha sea tomada en cuenta por las autoridades.

Aunque la democracia que hoy vivimos en Chile (y desde 1990) no es perfecta, está comprobado intelectualmente que tampoco se está viviendo en una dictadura tan totalitaria,…no estamos en el siglo de los gobiernos fascistas. Pero en democracia la ciudadanía –la gente- tiene un poder que lamentablemente no lo está valorando. Estamos claros que el común de las autoridades, por no decir todas, defienden ciertos intereses y con mayor razón la gente debe organizarse para poder exigir cosas tan básicas en el funcionamiento de una ciudad. No hay mejor grupo, que logre concretar sueños y logros, que los mismos vecinos, porque son los que sienten y conviven con el diario vivir de su entorno, “donde las jaibas pican”.






[1]Imaginarios Sociales”, un concepto académico del profesor Rubén Dittus (Periodismo UCSC)

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