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jueves, 26 de octubre de 2023

Un cuento creado con Inteligencia Artificial (IA.): LUIS MIGUEL EN VALPARAÍSO

 

Luis Miguel caminaba por las calles de Cerro Alegre, admirando la belleza de Valparaíso. Había venido a Chile para dar un concierto, pero también quería conocer la ciudad que tanto le habían recomendado sus amigos. Le encantaban los colores de las casas, los murales artísticos, los ascensores y las vistas al mar.


Se detuvo en una esquina y escuchó una melodía familiar.
Era un bolero que él había cantado muchas veces: "Contigo en la distancia". Siguió el sonido hasta llegar a un pequeño bar donde un hombre tocaba la guitarra y una mujer cantaba con voz dulce. Entró y se sentó en una mesa cerca del escenario. Pidió una copa de vino y se dejó llevar por la música.

La cantante lo reconoció y le dedicó una sonrisa. Terminó la canción y le dijo al público: - Tenemos un invitado muy especial esta noche. Él es uno de los mejores cantantes del mundo, el sol de México, el gran Luis Miguel. ¿Les gustaría que nos acompañara con una canción? El público aplaudió con entusiasmo y Luis Miguel se levantó y se acercó al escenario. Tomó la guitarra del hombre y le agradeció. Luego miró a la cantante y le preguntó:
- ¿Qué te gustaría que cantara? - Lo que tú quieras, eres el maestro. - Bueno, entonces voy a cantar una canción que me gusta mucho y que habla de este hermoso país. Se llama "Chile lindo". Y así comenzó a cantar con su voz inconfundible, mientras el público lo acompañaba con palmas y coros. La cantante se unió a él en el estribillo y juntos hicieron una armonía perfecta. Cuando terminaron, el público los ovacionó de pie y les pidió otra canción. Luis Miguel accedió y siguió cantando boleros, tangos y baladas. La cantante se quedó a su lado y le hizo coros o dúos. El ambiente se llenó de alegría y emoción. Después de varias canciones, Luis Miguel dejó la guitarra y bajó del escenario. La cantante lo siguió y lo invitó a sentarse con ella. Le dijo que se llamaba Sofía y que era una gran admiradora suya. Le agradeció por haber cantado con ella y le dijo que era un sueño hecho realidad. Luis Miguel le dijo que él también la admiraba y que tenía una voz preciosa. Le preguntó si podía invitarla a tomar algo y ella aceptó. Se fueron a otra mesa más apartada y pidieron otra botella de vino. Brindaron por la música, por Valparaíso y por el destino. Luis Miguel le preguntó sobre su vida, su carrera, sus sueños. Sofía le contó que había nacido en Valparaíso, que amaba el mar, que había estudiado canto en Santiago, que quería grabar un disco, que le gustaba viajar. Luis Miguel le dijo que él también amaba el mar, que había viajado por todo el mundo, que había grabado muchos discos, que le gustaba Francia. - ¿Has estado en Francia? -le preguntó Sofía. - Sí, muchas veces. Es un país hermoso, lleno de arte, cultura e historia. Me gusta París, pero también me gustan otras ciudades como Lyon, Marsella o Niza. - Yo nunca he estado en Francia, pero me encantaría ir algún día. Me gusta el idioma francés, me parece muy romántico. - ¿Sabes hablar francés? - Un poco, solo lo básico. - ¿Quieres que te enseñe algunas palabras? - Sí, me encantaría. Y así Luis Miguel empezó a enseñarle algunas palabras en francés: bonjour, merci, je t'aime... Sofía repetía lo que él decía y se reían cuando se equivocaban o se sonrojaban cuando se decían cosas tiernas. El vino les subió a la cabeza y se sintieron más cercanos y cómplices. Se miraron a los ojos y se dieron cuenta de que había una atracción mutua. Se acercaron y se besaron con pasión. Salieron del bar y caminaron por las calles de Cerro Alegre, abrazados y felices. Luis Miguel le cantaba al oído canciones de amor, Sofía le respondía con palabras en francés. Llegaron a un hotel y entraron sin pensarlo. Se amaron toda la noche, hasta que el sol los despertó. Se despidieron con un beso y una promesa de volver a verse. Luis Miguel tomó un taxi y se fue al aeropuerto. Sofía se quedó en la cama, recordando lo que habían vivido. Sonrió y se dijo a sí misma:
- Hasta que me olvides, voy a intentar...

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