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jueves, 12 de enero de 2023

RELATO (EN CARNE PROPIA) - ¿Cómo es entrar a los estudios de RADIO LOS 40? (SANTIAGO) ....

 RELATO CON MIRADA DE....."PROVINCIANO"

 

 Muchas veces (Prácticamente en toda nuestra vida) hemos sintonizado la tele y la radio, ¿no cierto? Ahora podríamos sumar las redes sociales, pero piensen que la radio ha sido un entretenimiento ya vigente desde la década del 20’ y masificado desde los años 30’ en adelante. Mientras que la televisión llegó a Chile desde fines de los 50’, aunque a Conce las primeras señales recién llegaron en 1971 con TVN. ¿Se fijan? Dichos medios de comunicación ya son parte de nuestra vida.

Sin embargo, no es lo mismo estar echado en la cama haciendo zapping una y otra vez con el control remoto si no siempre tenemos la dicha de entrar a un estudio de televisión. Los rostros en la vida real son protegidos y blindados, igual que los políticos. Es prácticamente un privilegio poder hablarle todos los días a un Martin Carcamo o a una Karen Doggenweiler, aunque quienes han trabajo en televisión viven quizás la cara más jodida porque la pega ahí adentro del estudio es “intensa”, peor aun para quienes en un departamento de prensa son los encargados de salir a la calle ya que quienes presentan las noticias son simplemente “rostros”. Pero hay trabajo ahí en la tele, ahí adentro.

 Ahora te contaremos como son los estudios de la Radio LOS 40, ubicado en la comuna de Providencia (Santiago).

La verdad es que haber entrado allí, y haber conocido en carne propia al locutor, sin siquiera haber fijado una cita con días de anticipación ha sido pura suerte. Pero les recomiendo que si van a viajar a la capital, y tienen pensado conocer la emisora aunque sea con la chiva de que van a presentar un emprendimiento en redes sociales, mejor traten de fijar la visita por teléfono o correo ya que el edificio donde se ubica la emisora tiene guardias. No es como en la Radio Bio-Bío de Concepción, donde los locutores se dan el tiempo de recibir tus regalos o de darte autógrafos sin tanto guardaespaldas.

La Radio 40 Principales (O los 40) forma parte de una empresa llamada “Iberoamerican” (PRISA Radio), que también es dueña de muchas otras emisoras como la Rock & Pop, la FM DOS, la Pudahuel y la Corazón. Entonces la emisora se ubica adentro de un edificio, dependencias que en realidad le pertenecen a este gran conglomerado que te mencionamos. Por lo que cada piso del edificio está asignado a cada emisora, y si la memoria no nos falla (porque esta visita la hicimos en el 2011) LOS 40 estaría ubicado en el quinto piso de dicho edificio.

Afuera hay una caseta con guardias, quienes son los encargados de filtrar a quienes entran al edificio. Claro que quienes trabajan en alguna de las emisoras que funcionan adentro tienen su credencial, y solo deben mostrarla para que los vigilantes “no te compliquen la vida” (Por no decir el garabato).

Si dices de forma simple que quieres hablar, o conocer a algun locutor, estarías cayendo en la “ingenuidad del huaso inocentón” porque inmediatamente el guardia te deja un numero de teléfono que en el fondo es su mecanismo para echarte del edificio (Pásale el número no más, para que se vaya). De primera no te iban a dejar subir al quinto piso del edificio.

Pero basta "venderle la pomada", diciendo que manejas un blog y que quieras difundir la venta de tus comics, para que los guardias la pensaran mejor cambiando definitivamente su actitud. Finalmente te dejan subir al quinto piso, pero con ciertas reglas que cada “invitado” debía acatar. Fijense.

Los guardias te dejan que entres al hall del edificio, y allí dejes tu cédula de identidad. Finalmente entras al edificio, acatando lo que esos dos tipos te dicen para evitarte problemas. 

Hablas con la recepcionista que está en el primer piso del edificio, dejas tu carnet y ella te pasa una tarjeta plastificada donde sale la palabra “Invitado”. Ya recibiendo esa cosita, que la deberás devolver después (y para que te devuelvan la cedula), entras al ascensor que está justo al frente de la mesa donde está la recepcionista.

Entras al ascensor, y marcas en los botones el quinto piso.

Llegas, y vas caminando por el pasillo hasta dar con la puerta que tiene el famoso logotipo de la radio 40 PRINCIPALES. Hablas en la puerta, y dices con voz bajita ¿Aló?. Allí te atiende un hombre joven que tendría entre aproximadamente 25-30 años, con buena pinta, de rasgos nortinos (era de Iquique el flaco), y vestido con ropa deportiva: jockey, polera, short largo, calcetines y zapatillas.

El locutor era Ricardo Rivera, y era ¡nada más nada menos! el conductor del matinal que en ese tiempo la radio transmitía.

 

Justo lo pillábamos en el momento de los comerciales, donde Ricardo se tomaba su rato de descanso tras los pasados bloques de locución. Claro, mientras los auditores escuchan las “propagandas” o las “canciones”, en el fondo el encargado de los radiocontroles deja que la maquina reproduzca los audios, significando que los comunicadores apaguen sus micrófonos para respirar, soltarse después del protocolo que deben cumplir cuando hablan al aire.

En ese momento Ricardo te atendía en una mesa, que estaba como en la entrada del estudio radial, y ¡fíjense! Es ahi donde está el micrófono. No como en la Radio Punto 7 de Conce donde el locutor está más protegido, porque quien atiende primero a la gente (allí) es el tipo de los radiocontroles. Aquí es al revés. 

En el rincón hay un cuarto que está ubicado en la parte trasera del departamento, pero es el lugar donde el amigo de los controles pone las paulas o se encarga de prender el micrófono. Entonces al Ricardo le contamos sobre la página que queríamos promocionar, y orgulloso de nuestros orígenes le dijimos altiro que ERAMOS DE LA REGIÓN DEL BIO-BÍO. Época en que este tipo de emisoras apenas nombraban a Conce al aire, eran mas cerrados los santiaguinos antes ¿Cacharon?

De hecho, años antes (Aproximadamente en el 2005), mientras sintonizábamos las "radios juveniles" era una lata escuchar las tandas comerciales porque sólo promocionaban conciertos y eventos que se hacían en Santiago: La famosa feria de J-POP (Onda japonesa), el recital de Avril Lavigne en Movistar Arena, las fiestas en la Discoteque Broadway, las Tocatas en la Sala SCD, etc. Todo era para Santiago, pero quizás en ese tiempo los locutores aun no cachaban la fuerte influencia que sus programas tenían en "regiones". 

 El socio era bien buena onda, algo que no siempre encontramos en los locutores “sobrados” de Conce, tomandose el tiempo de escucharte. Y fíjense que esa era la gracia de una radio juvenil, los tipos que allí locutean son “prácticamente tus pares”, no existe esa mirada paternalista o vertical que se ve en regiones donde un comunicador radial mira con algo de menosprecio al público, acá no y eso fue tremendamente bacán. O sea, piensa que la 40 Principales es una emisora con programacióin dirigidos a cabros de liceo y universitarios, o quizás se alargó la audiencia hasta los 30’, pero la filosofía de estos medios apunta a acompañar (o de hacer como “amigos”) del joven que los escucha. Tratar de tú a tú.

Y como todos son periodistas titulados, ellos “cachan” que la juventud es un sector discriminado en Chile, por lo que eso de escuchar lo que el otro de forma civilizada le plantea es algo normal para ellos pero quizás algo extraordinario para quienes en Conce somos constantemente “matoneados” o “humillados” por locutores más prepotentes. Debe ser porque en la Región del Bio-Bío no hay radios juveniles, quien sabe ¿no?

 La cosa es que Ricardo te pescó, te prestó atención, y te hizo esperar porque en dos minutos prendería el micrófono, aquí cumplirías tu sueño de hablarle a todos los auditores del país. Obviamente que el comunicador presentó el nuevo bloque, mencionó a unos cuantos auspiciadores, y tu que te pegaste un pique de 500 kilómetros desde Conce, estabas frente al locutor de los 40. Luego el amigo nos presenta en el micrófono, y te da la opción de saludar, luego hace una reseña de lo que tu planteaste minutos atrás, y acá te da hasta un minuto para que expongas tu tema.

Finalmente se dio un grato momento de conversación, bien buena onda y amena. Allí aprovechaste de nombrar a tu querida Región del Bio-Bío, generando un efecto bien bonito horas después. Pero antes de contar cual fue el fruto que has dejado en los 40, te contamos que al rato (ya con el micrófono apagado) hubo un ultimo momento de conversación con el locutor donde claramente le diste las gracias por la oportunidad que éste te dio. Se despiden. Te vas del departamento. Y caminas por el pasillo hasta entrar al ascensor.

Un último detallito, quizás "menos relevante", ¡vean! mientras Ricardo te atendía en la mesa, repentinamente había entrado "el cabro de los radiocontroles" con un paquete de comida rapida (Se notaba que venía de un localcito en la esquina). Sospechamos que era su colación, pero como el tiempo en radio es oro caminaba radio para cumplir con sus labores en las perillas. Todo buena onda, juvenil, “cabros de veinte”.

Te contábamos que entrabas al ascensor, apretaste el botón, bajaste, dejaste tu tarjeta plastificada y la recepcionista te devolvía el carnet. Luego salías dando las gracias a los guardias. Pero pareciera que en ese momento Pablo Aguilera, famoso locutor de Radio Pudahuel, entraba con su auto al estacionamiento del edificio. Recuerden que hay otras emisoras funcionando en este edificio.

Horas después, ya totalmente alejado del lugar (pero aun en Santiago), ocupábamos internet gratis en una parte llamada “Biblioteca de Santiago”, eran tiempos de los infocentros cuando por una hora o 45 minutos te dejaban navegar sin costo por la red. Te metiste a tu cuenta de Facebook para leer comentarios que allí salían en el Fan Page de Radio Los 40, y la cantidad de mensajes alusivos a la Región del Bio-Bío era impresionante, miles y miles de jovenes que te habían escuchado en Conce se desahogaron donde llovían los saludos a la prima de Laraquete, a unos tíos de Lota, a la playa de Penco, Talcahuano, y así. Tu zona despertó gracias a que los nombraste en una de las radios juveniles mas escuchadas del país.

Y eso no es todo, ya en un tono bastante individualista, dos compañeras de la U que alguna vez te "gustaron" también te escribieron en el chat diciéndote que te escucharon en la radio. Cáchense esa pues.

Lo interesante de esta última anécdota tiene relación con la INFLUENCIA que cualquier medio de comunicación nacional ejerce en la Región del Bio-Bío, algo que no pasa con los medios locales penquistas. Cuando te ven hablando de Santiago, ahí si te llegan comentarios de que te escucharon y te vieron. Pero no pasa lo mismo cuando el Cachirupi (de la Punto 7) te presta el micrófono, no surge el mismo efecto, y es una radio de tu zona. ¿Cachay? Es para que vean que entre tanto predicar sobre “Anticentralismo” y “Regionalismo”, tampoco podemos desconocemos que nuestros medios también se encierran en su propia burbuja abarcando temas de política, autoridades regionales, o derechamente de elitistas. Sin querer hemos descubierto un fenómeno espontáneo. 

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