En una tarde cualquiera, Eugenio se encontró con una vecina muy angustiada porque su hijo de 20' es alcohólico y no puede dejar el alcohol.
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Carolina:- Vecino, no sé qué hacer, mi hijo no puede dejar el trago
Eugenio:- No se preocupe vecinita, yo le tengo la solución
Carolina:- ¿Enserio?
Eugenio:- Si, se le acabará la adicción ¡así de una!, tanto así que terminará sintiendo "MUCHO ASCO" por el copete.. ¡Mire! solo vacíe la botella con orina
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