Sylvia Salgado M.,
escritora y dirigente social de Penco:
“Para
mí los adultos mayores son mis héroes anónimos”
·
Nacida
en La Unión -pero pencona desde hace 53 años- publicó cuatro libros, tanto de
poesía como perfiles humanos. Éstos últimos son recopilaciones in situ con anécdotas, aportes de muchos
adultos mayores en su gran parte, quienes -según esta dueña de casa idealista-
“hicieron la comuna”. Y es dirigente social desde hace cinco décadas, su mayor
gestión fue la subida peatonal que conecta el centro con el sector Bellavista
Sur.
Mañana de sábado lluviosa en la modesta Población Coravit, en el sector de Cerro Verde Alto en Penco. Los techos de cada casa sonaban con “golpes de granizos”, y las rosas del antejardín se “bañaban” bajo dominantes nubes grises.
Una amorosa y dulce señora, bajita de estatura, abrió la puerta de su casa en medio del temporal. Rubia, con tono de voz bastante aguda, de una tez blanca bastante alegre pese a sus arrugas, con ojos parecidos a los del futbolista argentino Lionel Messi y 73 años, aceptó gentilmente compartir parte de su vida cuando su gatito jugaba en el living. Minutos antes se arreglaba para salir a comprar en el centro pencón, ¡pero ojo! que ni siquiera el fuerte temporal de afuera la obstaculizaba a hacer sus diligencias.
Sylvia Salgado Matus, o la señora Silvia como muchos la llaman, es una dueña de casa muy humanitaria, cariñosa y sociable quien llegó –oriunda de La Unión- en 1961. Hoy es un referente cultural en la comuna, muy destacada en las Tertulias Literarias que cada mes se hacen en el Salón Municipal. Es dirigente social desde hace 49 años, cuyo gran logro fue la subida peatonal que conecta calle Freire con la población Bellavista Sur en los años 60´, cuando sus vecinos allí pasaron necesidades.
Poetisa romántica y reportera “power”
Esta activa dama, quien ahora vive con su “conchito” de 23, es autora de cuatro libros. Dos de éstos son literarios: “Poesía y sentimientos en palabras simples” (2005) y “Un sueño realizado” (2005). Los otros son recopilaciones de perfiles humanos, anécdotas compartidas por pobladores comunes: “Historias del Baúl de los Recuerdos de los Adultos Mayores” (2008) y “Plasmando la cultura de mi pueblo” (2011). Ambos con apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y de las Artes (FONDART).
Al inicio de la plática está acompañada por el calor de su estufa, y sentada en uno de sus sillones del living muestra una tierna sonrisa. Cuenta que escribe poesía desde los seis años cuando recitaba en la escuela. También que en su adolescencia escribía versitos de amor para sus compañeras, cuando éstas querían conquistar a sus pretendientes. Teniendo oportunidad regala sus trabajos en varios eventos literarios. Si hasta por leer un poema sobre Lota fue invitada a conocer las minas de Chuquicamata.
- ¿Cuándo partió como poeta?
- “Yo creo que esa vena estuvo siempre, pero estuvo dormidita. Porque en el colegio siempre me destacaba escribiendo la parte literaria ¿ya? Bueno, después me casé muy joven, llegaron mis hijos. Cuando ya se casaron todos mis hijos, ya de ahí empecé a escribir,….lo primero fue poesía”.
Con entusiasmo valora mucho más sus perfiles humanos que los poemas.
- ¿Qué libro suyo cree que es el mejor de todos?
- “Fíjate que fue el de los adultos mayores. Porque en ellos incluí cada evidencia, me enteré de las formas de vida de las personas que uno no conocía. Los adultos mayores son mis héroes anónimos, porque encontré cada mujer esforzada. En uno de mis reportajes, encontré una señora en Lirquén que fue rescatada de los escombros cuando era guagüita, su familia falleció toda bajo los escombros. Entonces ella siguió con la abuelita, tenía una voz muy preciosa, y cantó con Violeta Parra. Encontré otra que su mamá, yo creo que única en el mundo, trabajaba en las minas de Leuque, sacaba oro, metida en el agua me dice, y con eso sobrevivía. Ella misma levantó su casa en el campo, vendía leña, las mermeladas que hacía para sobrevivir con sus hijos, y la loza que usaban también lo hacia su mama en greda, cuando no podían trabajar en otra cosa hacía su loza, la vendía en Coelemu”.
Tal es su motivación e interés por compartir las cincuentenarias historias que la señora Silvia no paró de contar, hasta pasado más de dos minutos. Fueron experiencias que sin duda le llegaron al alma, se entienden esas prendidas ganas de destacar a sus “héroes anónimos”. Tiene pensado hacer otro libro de este tipo sobre discapacitados.
- ¿Recuerda cómo se llamaba la persona que cantó con Violeta Parra?
- “¡Eh!...., tendría que buscar mi libro para verla”.
Paréntesis. Consultando dicho libro en la página 24, efectivamente quien cantó con la folclorista nacional era Mercedes Carrasco. Una mujer lirquenina, sobreviviente del Terremoto de 1939 cuando apenas tenía unos lactantes e inocentes meses de edad.
Volviendo al diálogo. Cuando la escritora reconoció que la acompañante de Violeta Parra sigue viva, continuaba con otra historia: Una modesta mujer caminaba desde Penco a Talcahuano para ver a su hijo, “quien hacía el servicio militar”.
Después de esta hogareña y cálida conversación sus testimonios de vida dejan unas muy bellas, pero también, importantes moralejas para las nuevas generaciones: Comprender que la historia de cualquier pueblo o ciudad está hecha por sus propios habitantes, y no sólo por mapuches o conquistadores como se enseña. Como dijo enfáticamente Sylvia Salgado: “Son gente que hizo la comuna, que dio su vida acá”.
Comentarios:
" Es por eso, mi querido amigo de las 4 eMes, que dedico mi trabajo a lo cotidiano, porque al igual que la señora Silvia creo mucho en la historia que hace la gente común y corriente, esa historia que muchas veces se pierde en el tiempo si uno no hace nada para rescatarla, esa que no se encuentra en los libros. Un abrazo."
Enrique de Penco, integrante de la banda folclorica "Los parroquianos de urbina"
Respuesta del autor de este texto:
"y las rede sociales debieran ayudar a eso....a difundir y promover la identidad pencona desde su gente, lo que no hagan nuestras autoridades lo tenemos que hacer nosotros mismos "
Sylvia Salgado Matus, o la señora Silvia como muchos la llaman, es una dueña de casa muy humanitaria, cariñosa y sociable quien llegó –oriunda de La Unión- en 1961. Hoy es un referente cultural en la comuna, muy destacada en las Tertulias Literarias que cada mes se hacen en el Salón Municipal. Es dirigente social desde hace 49 años, cuyo gran logro fue la subida peatonal que conecta calle Freire con la población Bellavista Sur en los años 60´, cuando sus vecinos allí pasaron necesidades.
Poetisa romántica y reportera “power”
Esta activa dama, quien ahora vive con su “conchito” de 23, es autora de cuatro libros. Dos de éstos son literarios: “Poesía y sentimientos en palabras simples” (2005) y “Un sueño realizado” (2005). Los otros son recopilaciones de perfiles humanos, anécdotas compartidas por pobladores comunes: “Historias del Baúl de los Recuerdos de los Adultos Mayores” (2008) y “Plasmando la cultura de mi pueblo” (2011). Ambos con apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y de las Artes (FONDART).
Al inicio de la plática está acompañada por el calor de su estufa, y sentada en uno de sus sillones del living muestra una tierna sonrisa. Cuenta que escribe poesía desde los seis años cuando recitaba en la escuela. También que en su adolescencia escribía versitos de amor para sus compañeras, cuando éstas querían conquistar a sus pretendientes. Teniendo oportunidad regala sus trabajos en varios eventos literarios. Si hasta por leer un poema sobre Lota fue invitada a conocer las minas de Chuquicamata.
- ¿Cuándo partió como poeta?
- “Yo creo que esa vena estuvo siempre, pero estuvo dormidita. Porque en el colegio siempre me destacaba escribiendo la parte literaria ¿ya? Bueno, después me casé muy joven, llegaron mis hijos. Cuando ya se casaron todos mis hijos, ya de ahí empecé a escribir,….lo primero fue poesía”.
Con entusiasmo valora mucho más sus perfiles humanos que los poemas.
- ¿Qué libro suyo cree que es el mejor de todos?
- “Fíjate que fue el de los adultos mayores. Porque en ellos incluí cada evidencia, me enteré de las formas de vida de las personas que uno no conocía. Los adultos mayores son mis héroes anónimos, porque encontré cada mujer esforzada. En uno de mis reportajes, encontré una señora en Lirquén que fue rescatada de los escombros cuando era guagüita, su familia falleció toda bajo los escombros. Entonces ella siguió con la abuelita, tenía una voz muy preciosa, y cantó con Violeta Parra. Encontré otra que su mamá, yo creo que única en el mundo, trabajaba en las minas de Leuque, sacaba oro, metida en el agua me dice, y con eso sobrevivía. Ella misma levantó su casa en el campo, vendía leña, las mermeladas que hacía para sobrevivir con sus hijos, y la loza que usaban también lo hacia su mama en greda, cuando no podían trabajar en otra cosa hacía su loza, la vendía en Coelemu”.
Tal es su motivación e interés por compartir las cincuentenarias historias que la señora Silvia no paró de contar, hasta pasado más de dos minutos. Fueron experiencias que sin duda le llegaron al alma, se entienden esas prendidas ganas de destacar a sus “héroes anónimos”. Tiene pensado hacer otro libro de este tipo sobre discapacitados.
- ¿Recuerda cómo se llamaba la persona que cantó con Violeta Parra?
- “¡Eh!...., tendría que buscar mi libro para verla”.
Paréntesis. Consultando dicho libro en la página 24, efectivamente quien cantó con la folclorista nacional era Mercedes Carrasco. Una mujer lirquenina, sobreviviente del Terremoto de 1939 cuando apenas tenía unos lactantes e inocentes meses de edad.
Volviendo al diálogo. Cuando la escritora reconoció que la acompañante de Violeta Parra sigue viva, continuaba con otra historia: Una modesta mujer caminaba desde Penco a Talcahuano para ver a su hijo, “quien hacía el servicio militar”.
Después de esta hogareña y cálida conversación sus testimonios de vida dejan unas muy bellas, pero también, importantes moralejas para las nuevas generaciones: Comprender que la historia de cualquier pueblo o ciudad está hecha por sus propios habitantes, y no sólo por mapuches o conquistadores como se enseña. Como dijo enfáticamente Sylvia Salgado: “Son gente que hizo la comuna, que dio su vida acá”.
Comentarios:
" Es por eso, mi querido amigo de las 4 eMes, que dedico mi trabajo a lo cotidiano, porque al igual que la señora Silvia creo mucho en la historia que hace la gente común y corriente, esa historia que muchas veces se pierde en el tiempo si uno no hace nada para rescatarla, esa que no se encuentra en los libros. Un abrazo."
Enrique de Penco, integrante de la banda folclorica "Los parroquianos de urbina"
Respuesta del autor de este texto:
"y las rede sociales debieran ayudar a eso....a difundir y promover la identidad pencona desde su gente, lo que no hagan nuestras autoridades lo tenemos que hacer nosotros mismos "
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