El futbolista italiano Marco Borrielo |
“(..)
Búscate un macho recio que te haga sufrir / Búscate un tío a la moda y experto
en mentir / Tipos como yo son bichos raros para ti / Tu tienes la mentalidad de
televisión de tu generación (…)”
(Los Prisioneros, extracto de la canción “Mentalidad televisiva”)
PENCO,
Abril del 2002
Matías
había salido al recreo al igual que el resto de sus compañeros. Este jovencito
de 14 años y quien cursaba el 1ºB, en el Liceo Pencopolitano debía romper con
un oscuro pasado en la etapa anterior, cuando fue alumno de escuela básica,
pues quería destacarse en muchos ámbitos. De hecho se sacaba puras buenas
notas.
Siendo
menor de edad aun no conocía sobre las maldades e hipocresías del adulto
chileno. Pero pese a que tener 15 años significaba ser un “lolito grande”, como
solía decir su mama, aun veía monitos en la televisión. Eran tiempos en que
tener Televisión por Cable era un verdadero lujo para quienes vivían en pueblos
costeros.
Pero
¿en qué íbamos? ¡Ah sí!....Matías salía de la sala, caminando hacia el patio
del colegio….Y tenía una moneda de cien pesos guardada en su bolsillo, pero
prefería gastarlos más rato. El kiosco sacaba de apuros a los estudiantes en
cada recreo.
Hasta
que de lejos… veía a una compañera del 1ºJ compartiendo con sus compañeras.
Pese a que Matías siempre era lanzado con las chiquillas, con ella decidió no
acortejarla….presentía que Isabel marcaría un antes y un después. Se enamoró.
*
AL
OTRO DÍA
Matías iba al kiosco a comprar sus “galletones”. [1]Después de pagarlos iba hacia uno de los asientos-escala que estaba en el patio, cuando al sentarse se percata que Isabel estaba en el rincón del frente….sola, pegada a un muro. Matías no alcanzó a sentarse ni un minuto, se paró para acercarse a la compañera del otro primero.
El adjetivo que mejor define a Isabel
Rebolledo (16) es dulce.Inteligente, viñamarina de nacimiento, parecía más bien
–en apariencia claro- una niñita del Colegio Sagrado Corazón de Concepción.¡Bonita
la mina!
Muy
señorita. Igual iba atrasada para cursar primero medio (Tenia 16 y no 14
precisamente), pero pese a su aspecto empoderado pareciera haber pasado una
crisis años atrás cuando aún vivía en la Quinta Región y demasiado matea. Un
tanto siútica, de buena expresión y muy simpática. Cuyo tono de voz era
semejante a la de una chilena con rasgos coloniales.
Isabel
luce pelo largo y con trenzas visibles en sus dos hombros. Tiene un lindo parecido
a educadora de párvulo, transmitiendo así pura paz o motivación al hablar con
ella (o al sentir su contención emocional). Es flaca cuyo color del cabello es
café castaño. Parecida a una actriz de la sección “El Muro” de “Morandé”
(TV): a la Sandra.
Por
último, se encontraba viviendo en el tranquilo “sector Refinería” de Penco, junto con sus dos padres (Iván y
Patricia) y dos hermanos: Isidora y
Marco.
Matías
iba caminando hacia donde estaba Isabel, y ya cuando estaba a menos de un metro
frente a ella….se detuvo. La chica concentrada en escuchar música lo miraba y
se sacaba los audífonos del oído. Mientras el loquillo movía con sus dedos
haciendo el gesto de “¡Dame unos minutos porfa!”, sabiendo que la niña aun no
se sacaba las cuestiones de sus orejas. Paralelamente, muchos otros grupos se
veían en el patio.
Isabel
movía con su cabeza en vez de hablarle, queriendo decir “¿Si? ¿Qué pasa?”. Con
esa expresión quinésica buscaba saber porque Matías pretendía molestarla.
Matías:-
(Nervioso) ¡Hola!, mira….desde ayer que siempre te veo en el recreo. Y nada….te
quería saludar.
Isabel (Cuestionándolo
al principio):- Ya, ¡pero oye!….viene mi pololo en un rato mas, mejor ándate
¡De verdad!
De
repente, otro compañero“harto choro” llegó al muro donde estaban Isabel y Matías.Pues
Rubén Inostroza iba en el 1ºF, un maceteado petulante quien se incomodó al ver
que el “pavoc*@·#!%ao”delMatías estaba
“molestando” a su polola.
Rubén:-
(De forma prepotente) ¡¿A ver?!... ¡¿qué pasa?!
Isabel
(Le habla a Matías):- Te lo dije, ¡enserio niño!…¡ya! ándate
Matías
(Con cierto grado de inocencia)- Nada, quería conocer a la compañera pero no sabía
que estaba pololeando. ¿Me disculpas?
Y
Rubén hizo un gesto de menosprecio en su expresión oral, diciendo:
Rubén:-
(Gesticulando despectivamente con la boca, moviendo labios burlescos) ¡¡No sabía
que estaba pololeando!!....¡Aahh!...Ja! Ya loco, ¡vírate de aquí! ¡Chao no más!
Volvi´s a molestar a mi polola y ¡te
pego a la salida “mono c@%a!#o”!
Isabel:-
Ay Rubén, ¡déjalo……! (Y luego, le dirige la palabra a Matías) Ya loco, oye,
¡enserio ándate!, no quiero tener problemas contigo….¡porfa!
Y
Matías se fue, sumiso, calladito, un poco frustrado por dentro, ¡Pobre!
*
Capítulo 2. Pidiendo pololeo
PENCO,
Mayo del 2002
Matías estaba prestando atención a
la clase de Química, cuando de repente sintió ganas de ir al baño. El alumno
esperaba que el profe dejara de dictar la materia para así pararse
silenciosamente en la sala, y pedirle casi con gestos si le podía dar permiso
para salir al baño. El educador no dijo nada, pero hizo un gesto con la cabeza
diciéndole que “Si”. Por lo general había silencio en la sala, era un curso
piloto, un aula con mateos.
Sale
de la sala. Camina por el pasillo, pero como su sala estaba en el segundo piso
del bloque C bajaba hasta el primero. Doblaba hacia el pasillo colindante con
el patio, con las honestas ganas de orinar en el WC (baño), cuando de lejos ve
a Isabel sola, sentada en los asientos-escala del patio. El día estaba
despejado y agradable.
La
última vez que Matías quiso acercarse a Isabel había recibido una amenaza por
parte de Rubén. Pero algo lo hacía sospechar que la mujer estaba pasando por un
mal momento, oportunidad para colocarse oportunista….y jugárselas por la
compañera de quien se había enamorado. Mientras que la chica miraba casi como
en vano el patio.
Pese
a los prejuicios con las que Matías debe cargar, la de ser visto por el resto
como un “perno fome” que no haría feliz a Isabel en una relación amorosa, o que
todo intento sincero de conquistarla seria criminalizado como un intento de
acoso. ¿Acoso?¿O conquistarle su corazón? Dejen que los hombres manifiesten de
la forma más sana sus sentimientos, y es por eso que el muchachosí hacía algo
bonito….ganarse el amor de Isabel, la compañera más bonita del establecimiento
educativo de Penco. ¡El amor!
Y
Matías se acercó, pues como a su edad aun no conocía la calumnia o la mala
interpretación prejuiciosa ante el intento romántico de besar a una mujer, se
acercó bajo el lema de jugársela por quien sería el reflejo de su madre, por
aquella chica con quien quiere….pololear y ser feliz. Jugársela por unos mimos
románticos con sonrisas de mujer, cada nublada tarde de domingo mientras
comparten y conversan en una pieza.
Matías
se acercó a la chica con un mínimo de temor eso sí, y le habló….
Matías:-(Nervioso)
¡Hola!
Isabel
estaba llorando en ese momento. Movió su cabeza hacia donde estaba el chico,
frente a ella, y esa distancia que en algún minuto tuvo con Matíasno se notaba.
Isabel:-
(Bajoneada) Hola
Matías:-
¿Qué te pasa?
Isabel:-¡Siéntate!
Y
Matías se sentó al lado de Isabel. Estaban ellos dos no más en el patio.
Matías:-
¡Pucha!, que pena que estés así. Cuéntame, ¿Por qué lloras?
La
mujer paró de llorar cuando el compañero del 1ºB le empezó a hablar, pero aun
seguían las gotas de llanto y lagrimasvisibles desde sus ojos. Pues resulta que
el Rubén le puso “el gorro” a la pobre cabra, tenía algo con otra persona.
¿Quién no se va a sentir defrauda así? ¿Ah? Pasa que Rubén se estaba besando
con otra compañera.
Isabel:-
(Triste) Terminé con el niño que te gritó el otro día
Matías:-
Ah….¡qué pena oye! Pero mira, tengo que decirte algo…
Isabel:-
¡No puedo salir contigo!La otra semana me voy a Viña con mis papás
Situaciones
como ésta impidieron que el pobre Matías pololeara con una chica, mientras éste
cursaba su enseñanza media. Recién experimentaría su primera “relación” íntima
con alguien a los 18 años, y un besito romántico lo vino a dar recién a los 25´.
[1]Galletón es un tipo de galleta
–dulce- tradicional (con masa de harina) cubierta con salsa de chocolate.
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