En un dia cualquiera y en una oficina de la ciudad, Rolando estaba concentrado en la redacción de un informe, cuando de repente (en la otra mesa de la oficina) Eugenio se puso a silbar bien fuerte. El ruido lo unico que hacia era desconcentrar en el trabajo de Rolando, que intentó mantener la calma cuando paró de escribir en el teclado. Se paró de su mesa y salió al baño.
Entró al baño, y a los minutos despues, salió.
Antes de volver a la oficina pensó que era bueno relajarse en el kiosco, dobló por un pasillo a comprarse unos buenos sandwiches.
Cajera:- Ah hola Rolando, ¿Que tal?
Rolando:- Hola Paty, no....no estoy bien
Rolando:- Hola Paty, no....no estoy bien
Paty:- ¿Que pasó?
Rolando:- Nah, es que el bruto del Eugenio vive puro silbando en la oficina, y esa cuestion me desconcentra. Por eso me voy a hacer una pausa y me voy a servir unos panes.
Rolando:- Nah, es que el bruto del Eugenio vive puro silbando en la oficina, y esa cuestion me desconcentra. Por eso me voy a hacer una pausa y me voy a servir unos panes.
Paty:- Perfecto, ¿pan con que....desea servirse?
Rolando:- Dame una docena de sandwiches con huevo.
Rolando:- Dame una docena de sandwiches con huevo.
Paty:- ¿Una docena? ¿No vas a engordar asi?
Rolando:- Nah, dame la docena
Rolando:- Nah, dame la docena
Paty:- Bueno, es su gusto. Espereme un poco
Pasaban los minutos mientras en el kiosco Rolando esperaba los panes con huevos. Y de repente.....
Paty:- Aqui están sus doce panes con huevos, son $ 5.000
Rolando metia su mano en la cartera, pescaba una billetera y sacaba el billete de $ 5.000. Pagaba los panes, y la bandeja se lo llevaba a la mesa.
Ya totalmente relajado Rolando se acercaba a Eugenio para pedirle un favor.
Rolando:- Chico
Eugenio:- ¡Au!
Eugenio:- ¡Au!
Rolando:- Oye chico, dejate de silbar que lo unico que hacis es molestar
Eugenio:- ¿Y si no quiero?
Eugenio:- ¿Y si no quiero?
Rolando:- Como quieras
Rolando paró de hablar, pero algo pasaba que no se iba de la oficina.
Rolando paró de hablar, pero algo pasaba que no se iba de la oficina.
Eugenio:- Ya poh, ¿que hacis aqui si ya me dijiste lo que me teniay que decir?
Rolando:- Perdona, es que estaba pensativo
Rolando:- Perdona, es que estaba pensativo
Y Rolando vuelve a su mesa, cuando Eugenio nota algo raro. Empieza a forcejear la nariz porque el olfato "notaba algo distinto"
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