El estornudo molesto (Relato narrativo EN BRUTO)

Imágen de referencia

Enrique se bajó de una micro Ruta del Mar en la Avenida Colon del centro de Talcahuano. Cruzó la ancha avenida para entrar al centro, aunque no transitaba mucho vehículo que digamos. Era un domingo por la tarde, y aunque la comuna porteña tiene mucho comercio había una sensación de desierto en el lugar, pero al menos había un poco de viento en el punto mas helado y fresco del Gran Concepcion. Se sentó en la plaza por un rato y quiso coquetear a una niña, esta no lo pescó y siguió su caminata hacia el Cerro Zaror.

Minutos despues......

Bastó caminar unas tres cuadras, y subir por Valdivia hasta llegar al Pasonivel de arcos, ubicado por sobre la linea ferroviaria. Ese pedazo de calle conecta el centro de Talcahuano con el Cerro Zaror. Aunque las veredas estaban cortadas en el camino, por lo que podria decirse es un poco peligroso subir alli, Enrique igual se atrevió a subir. Por la sencilla razón que nuestro protagonista viene de Penco, otra comuna costera y con cerros. Y antes de llegar a la esquina con calle Principal, donde hay un almacen en el lugar, todo iba bien mientras en la calle las micros bajaban lentamente, pero el atado lo empezó a encontrar cuando dos hombres de casi treinta años venian en sentido contrario.

Los dos jovenes eran aparentemente guatones, como habia sol (estaba despejado) salian con polera. Y justo cuando Enrique caminaba por al lado del moreno de aquel par, escuchó en silencio un mosqueo por parte del gordo. Aparentemente el par iba a un negocio para comprar pan, pero Enrique gozaba de la calma del sector y justo cuando pasaban al lado uno del otro el otro compadre estornudó notandose altiro que no estaba resfriado.

Al final, Enrique siguió su camino sin ni siquiera mirar por detras al par molestoso, porque de hacerlo quedaria en ridiculo en frente del tranquilo sector. Siguió subiendo hacia las esquinas siguientes, pero al final no con la tranquilidad que gozaba al inicio de su caminata por Talcahuano.

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