Esta es una reflexión.
Y con un enorme esfuerzo
de reconocer la verdad aparente.
La fantasía dice que un niño va por
la calle pataleando, haciendo berrinches y lloriqueando. Un adulto se
le acerca y pregunta: ¿Qué te pasa? ¿Que quieres? ¿Por que lloras
tanto? Allí el niño podría decir que tiene hambre, que quiere un
helado o incluso un muñeco de los “Power Rangers” (Que
estuvieron de moda en los 90’s). Allí, si el adulto (o el tío)
anda con un poco de plata, saca algo de su billetera para darle en el
gusto. Así como en la vida real muchos nos sentimos identificados
con ese niño, queremos una parroquia o sede vecinal que nos acoja,
un buen puesto de trabajo, un canasto familiar, un mejor servicio de
locomoción colectiva, o quizás hubiéramos querido que en nuestros
tiempos de liceo hubieran talleres donde poder exhibir nuestros
dibujos, etc. Todo bello. Pero esa es la fantasía.
-
¿Pero cuál es la realidad? Si
sumamos fenómenos masivamente patentados como el “Triunfo del
Rechazo” (Plebiscito del 2022), o los regaños contra el Presidente
Gabriel Boric en Redes Sociales, podríamos partir con la hipótesis
de que los políticos no estarían escuchando a la gente ¿Es
realmente así? Quizás ocurra algo mucho más triste que eso. La
gente se queja, pero a la vez no quiere participar. Puede que marcar
una raya en las elecciones políticas no les signifique mucho, pero
hoy están reacios a desahogarse. ¿Una costumbre arraigada desde
dictadura, en no dejarlos opinar? ¿En amordazarlos? ¿Cohibirlos? ¿O
simplemente es un problema de la raza? (Tampoco es la idea caer en
ese tipo de calificativos, pero a ratos es complicado dar donde
ellos).
Al menos la persona que simpatiza (en algo) con la izquierda siempre va a tener ganas de responder una encuesta, porque sabiendo que frente a un influencer no va a conseguir mucho (a no ser que vengan por parte del Estado) tendrá la satisfacción de haberse desahogado. Son temas que no los puede hablar con otro tipo de personas. No a todos les gusta....conversar de política.
Ahora, también el desinterés de la
política es consecuencia de décadas en que se han cerrado espacios.
A lo mejor centros juveniles empezaron a cerrar desde el 2015,
producto de la poca motivación de los mismos chicos. Pero mientras
los pobladores busquen otros refugios, las mismas elites políticas
siguen cerrando sus partidos a la ciudadanía. Hay una cosa recíproca
entre medio, y quizás los únicos interesados en hacerse escuchar
(civilizadamente) son algunos integrantes de la clase media-baja o
media (Gente de esos mismos barrios, pero con algo de educación).
-
Paréntesis. Se nos viene a la mente un recuerdo de algunos Lives en la plataforma Tik-Tok. Cuando te sumabas a una cuenta de un "tiktoker" trasnochando en su casa y con una copita de cerveza en la mano, alguien de la audiencia digital le preguntaba sobre la opción a votar en el Plebiscito (Imaginando que esto hubiera pasado en el 2021) y muchos decían "Aquí se habla de política". Ok. Pero una cosa queda claro, los que eran del Apruebo (izquierda) siempre se mostraban orgullosos en reconocerlo, porque en el fondo eran ellos los que en verdad QUERÍAN CAMBIAR LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA.
Volvamos a nuestro tema será mejor.
Esta gente, los que se levantan
temprano para pedir una hora médica al consultorio, los que toman la
micro, los que juegan a la pichanga de barrio, los que compran el
pan, los que echan carreras de auto tocando reggaetón, el pueblo de
Chile, son los que votaron Rechazo en el Plebiscito del 2022. Gente
aparentemente sin conciencia política, y con una clara flojera de no
leer el borrador se aburrieron totalmente de lo que consideraron “un
leseo innecesario” a causa del Estallido Social de 2019 (Decimos
“leseo” por no nombrar el improperio). Y claro, todo el trabajo
desarrollado en la Convención Constitucional ocupaba gran parte de
los noticiarios todo un año. Si alguna vez la CC., gestionó
espacios ni siquiera con un buzón de mensajes para cualquier sujeto
habría ayudado a recibir sus posturas o anhelos.
El cuento es ese en el fondo, si no
les gustó el borrador, y si tanto critican a los políticos. ¿Qué
es lo que quieren? ¿O acaso estando fuera de la zona de privilegio
se sienten bien? En parte si, porque entre ver algo de Direc-TV o
jugar con Tik-Tok en el teléfono les da algo entretenimiento. Ok.
Pero eso sigue siendo un prejuicio visto de alguien que vive a muchos
mas cuadras de distancia. Y esa es la idea de plantear esta
problemática, de salirnos un poco del prejuicio, pero con todas las
ganas de recorrer las calles...muchos sencillamente no quieren
hablar. Un fenómeno bien extraño. ¿Será la pobla su zona de
confort? Es toda una interrogante.
Esto recuerda a la última tendencia
que vemos en los matinales. Si se fijan, el notero sale a las calles
para intentar hablar con los peatones. ¿Cómo reaccionan algunos? Se
tapan la cara, no quieren hablar. Y eso es todo lo contrario a los
90’s, cuando antes todos queríamos “andar de tony” ante las
cámaras. ¿Esa es su forma de protestar ante los canales, porque estos distorsionarían la verdad? ¿O será que varios de ellos han sido amenazados por un "pescado gordo" de la pobla? (Saben a que nos referimos con el último término).
Una cosa es cierto, muchos le agarraron mala al Presidente Boric. Pero cuando no lo reconocen, o no quieran responder una encuesta, sencillamente no quieren ser contabilizados. Bueno, la idea de recolectar datos es justamente para saber "a donde va la micro" en las calles y barrios de nuestro Chile.
-
Si ellos no quieren hablar, son
libres de no hacerlo. Pero son los mismos que en Redes Sociales
basurean a los políticos (¿algo de razón tienen? si). Es toda una
incógnita. Pelean, pero no la sueltan nunca. Y es obvio que esta
conducta GENERA RUIDO ¿NO?
No hay comentarios:
Publicar un comentario