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viernes, 12 de julio de 2024

Relato: Soprano

 

 En un día cualquiera, una famosa radioemisora informativa de la ciudad había invitado a un famoso soprano a los estudios de la radio. En realidad el tenor era chileno, pero venía de vivir sus últimos años en Italia donde consagraba su carrera. 


Así partía la entrevista 

Locutor:- Bien amigas y amigos, cuando son las 10 horas de esta mañana. Daremos comienzo a una nueva entrevista aquí en "Radio Masculina". Para eso saludaremos a un hijo de esta tierra quien es triunfador y exitoso en los teatros europeos. ¡Con ustedes! El Soprano Juan Osores. ¡Muy buen día estimado! 

Soprano:- Hola, buenos días ¿Qué tal? 


Locutor:- Mi amigo Juan. Queremos partir con el comienzo de su exitosa carrera. ¿Cuándo le nació el interés de dedicarse a cantar opera? 

Soprano:- Bueno, dejame decirte que hace 20 años yo vivía en unos departamentos de acá del centro de la ciudad. 


Locutor:- O sea que fuimos vecinos. 

Soprano:- Algo así. La cosa es que yo era un tipo derrotado de la vida, yo había terminado una carrera en la universidad pero no me daban pega en ningun lado. 


Locutor:- Chuta. ¿Y que carrera terminó en la universidad?

Soprano:- Pedagogía en Filosofía 


Locutor:- Chuta, no sabe como lo lamentamos. Es una carrera sin campo laboral, ya casi ni se enseña ese ramo en los colegios. 

Soprano:- Bueno, la cosa es que me había aburrido de buscar trabajo en los supermercados y centros comerciales. Aprovechaba de unas mesadas que me daba mi papá cuando estaba vivo en ese tiempo, para poder subsistir en medio del sedentarismo. 


Locutor:- Ah chuta. Era sedentario, ¡¡ o sea !!...usted jamás salió de su departamento. 

Soprano:- Sólo salía a la calle para pagar las cuentas no más.


Locutor:- Ya. Pero usted dice que su interés por cantar opera ¿nació del encierro entonces? 

Soprano:- Bueno, quiero dejar en claro que nunca estudié música ni mucho menos en un conservatorio. Yo quisiera agradecer de mi exito como tenor a un grupo de flaites que en ese tiempo vivían en el departamento de al lado. 


Locutor:- ¿Un grupo de flaites? ja ja jua ja

Soprano:- Si poh. Eran unos simios escandalosos que en las noches de viernes y sábado hacían las medias fiestas de amanecida. 


Locutor:- ¿Y no me diga que esos muchachos entre tanta risa ponían canciones de Pavarotti?

Soprano:- Nunca fue. Todo partió en una noche cuando veía películas de terror en la tele, eran las 1 de la mañana, bien tarde. Y estos monos de al lado ponían sus cumbias a todo chancho. 


Locutor- ¿Ya?

Soprano:- Intenté sacármelos de encima llamando a los carabineros para que ellos bajaran la música. Los pacos iban como tres veces, pero a la semana siguiente los simios volvían a subir el volúmen de la musiquita. 


Locutor:- ¿Ya?

Soprano:- Después caché que los carabineros se molestaban con mis llamados, así que no los llamé más. Después golpeaba las murallas con harta rabia, pero nunca me pescaron.


Locutor:- Eran bien deprimentes esas noches. 

Soprano:- Si, lo eran. Hasta que un día daban la tanda comercial en la tele, y pasaban una propaganda de una marca de jabones. 


Locutor:- ¿De una marca de jabones?....dejeme decirle que para ser un artista bastante exitoso, es bien rara y extraña su historia ¡Perdon que le sea honesto! 

Soprano:- ¿Me puedes dejar terminar?


Locutor:- Oh disculpe. Adelante. 

Soprano:- La cosa es que ese comercial de jabones me alumbró la vida. En esa propaganda había un personaje de un tenor cantando opera en la tele. 


Locutor:- ¿No me diga?

Soprano:- Y por primera vez esperé la fiesta de los flaites de al lado, estaba re feliz.


Locutor:- ¿No me diga que se puso a cantar opera cada vez que los chiquillos de al lado empezaban a compartir?

Soprano:- Así es. Apenas subían el volúmen de las cumbias, y empecé a ensayar algo de opera. Pasaban seis meses y ya adquiría la habilidad de cantar con una voz privilegiada. 


Locutor:- Ah mire, felicitaciones. Logró superar su problema.

Soprano:- Y además, empecé a agarrar personalidad. Si bien en una noche estos roteques de al lado me quisieron denunciar a mi por ruidos molestos, yo bien vivaracho les mostré pruebas de los boches que estos rotos metían tiempo atrás. ¿Como creen? Los flaites de al lado tuvieron que pagar la multa al Juzgado Policial, hasta se cambiaron de casa. 


Locutor:- ¿Se cambiaron de casa?

Soprano:- Si, fue la mejor noche de mi vida. 


Locutor:- Ahora eso forma parte, según yo tengo entendido, de su vida privada. ¿Pero cómo logró usted llegar a la cima? Si dice que por estar cesante, no aparecía usted ni en pelea de perros ¡Con todo respeto se lo decimos! 

Soprano:- Bueno, como yo empecé a agarrar personalidad....me dieron hasta ganas de salir 


Locutor:- Ah mire, felicitaciones 

Soprano:- Gracias. Fue en una tarde de Noviembre, en plena primavera, cuando empecé a salir al parque de la ciudad que curiosamente se ubicaba a unas tres cuadras del edificio donde yo vivía. 


Locutor:- Mire que bien.

Soprano:- Y estaba tan feliz que con una simple botella de Cachantún me senté en un asiento de la plaza, solito y tranquilo mirando el atardecer. 


Locutor:- Que bonito 

Soprano:- Todo bien hasta que por al lado pasaba un mendigo silbando bien fuerte, y para variar el mono se sentó en el otro asiento del frente. 


Locutor:- Supongo que se cambió de asiento. 

Soprano:- No. Empecé a cantar opera. 


Locutor:- Ja jua ja ¿Enserio?

Soprano:- Si, y ese partido lo gané 2-1


Locutor:- ¿Cómo eso? Expliquese.

Soprano:- Primero el mendigo se fue del lugar porque con mi voz de tenor le rompía sus tímpanos. 


Locutor:- Ja ja jua jua, notable. ¿Y porque dos goles a uno?

Soprano:- El segundo gol fue maravilloso, como el parque se ubicaba cerca de tres universidades justo un decano de la Facultad de Música escuchó mi voz. 


Locutor:- ¿Se molestó por sus gritos?

Soprano:- Todo lo contrario, al profe de música le encantó mi voz....y el me empezó a apitutar para que ya hiciera mi carrera como cantante de opera. Pasaba el tiempo, y mira donde estoy, cantando en los teatros de Roma todos los meses. 


Locutor:- Pero que magnífica historia, me quedé anonadado. ¿Y que mensaje le daría usted a esos jovenes que buscan triunfar como cantantes de opera? Me imagino que hay mucha juventud escuchando este programa radial. 

Soprano:- Más que hablarle a los jovenes, quiero hablarle a las personas que al igual que yo en el pasado hoy viven en los departamentos y en las casas pareadas de todo Chile. 


Locutor:- ¿Ah si? ¿Yaaaa.....!?

Soprano. Así es. Bendecidos son los amigos que en esta ciudad viven al lado de unos venezolanos, sobre todo los que están en los departamentos. Cuando los inmigrantes empiecen a altas horas de la noche a tocar salsa y a alto volúmen, sigan el camino de Luciano Pavarotti y empiecen a practicar ópera hasta que esos simios apaguen la música. Si ellos se quieren pasar de listo denunciándolo, tenga a mano en su computador las pruebas del boche que tiempo atrás los vecinos metían. Y si siguen ensayando la voz, tengan por seguro que me acompañarán en mi próximo viaje a los teatros más elegantes de Italia. 


Locutor:- Vaya. Que interesante. Lo más seguro es que deje la radio para dedicarme a la opera también. 

Soprano:- ¿Ah si? 


Locutor:- Amigo mio, voy a seguir su consejo. Vivo en los departamentos de un barrio acomodado de la ciudad, y al lado mío....¡mjm!....también tengo a unos vecinos venezolanos que meten bulla con las fiestas. Creo que también empezaré a cantar opera hasta las 6 de la mañana. 

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BONUS TRACK

Días después dos amigos estaban compartiendo al interior de una casa, era de noche aunque los chiquillos eran bastante tranquilos. Sólo era un rato de conversación en el living, nada más. 

De repente se sienten desde la calle varios motores de autos que por allí iban pasando. 


Rubén:- Oye weón, el boche que meten los autos afuera 

Daniel:- Eso no es nada. Hoy es Viernes y este webeo va a seguir por lo menos hasta las 3 AM. 


Rubén:- ¡Chaaaa...!! No te creo.

Daniel:- Si, hay harto carrete allá arriba en el cerro. Lo fome es que en la tele no hay programas buenos como para capear este mambo de los autos acá en la pobla. 


Y de repente en esa casa había una visita ilustre. ¿Se acuerdan del tenor que estaba siendo entrevistado en el programa de radio? 


Soprano:- ¿Algún problema chicos? 

Daniel:- Cumpa, al Daniel le estaba contando que a esta hora pasa harto auto en la calle, y también por el ruido que meten estos....gorilas al volante. 

Rubén:- Si, y que en los fines de semana este boche se siente por toda la noche, hasta las 3 de la madrugada.


Soprano:- Ya entiendo. Chicos, Luciano Pavarotti les tiene algo para este episodio. 

Daniel:- Ya, pero cuando te pusiste a cantar la otra vez en tu departamento...los venezolanos vivían al lado de tu casa. Pero acá es distinto, son miles y miles de autos que pasan por aquí en la pobla. 


Soprano:- Reconozco que este dato que no te ayuda a ahuyentar a estos gorilas con auto, pero si te ayuda a reírte de la situación. 

Rubén:- ¿A reírnos? 


Soprano:- Si poh', mira. Por cada auto que vaya pasando afuera de esta casa, tienen que irlo contando. 

Rubén:- ¿Contar los autos?


Daniel:- Compadre, lo que querimos es que estos gorilas dejen de meter ruido, pero también queremos hacer nuestras vidas en paz ¿Me cachay? 

Soprano:- Tranquilo, tienen que contar los autos pero al son de la música si poh' ¡Mira! ¿Recuerdan esa canción de Luciano Pavarotti que decía así....?? ¡ejem! ¡voy a cantar! ♬♭♬ Un automovileee...Do automovileee.... Tre automovileee.... Cuatro automovilee.....Cinco automovileee....♬♭♬ ¿¡ Cachaste o no !? 


Daniel:- JuA Ja ja ja jua ja jua ja!..... Ya poh' nano  ¡¡PROBEMOS!!- 

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