Como suele ocurrir con muchos de los adelantos que han sido patentados en las últimas décadas, todo comienza en Santiago. Así fue que los primeros centros comerciales del país fueron el Mall Apumanque (1981) y el Mall Parque Arauco (1982), ambos ubicados en la acomodada comuna de Las Condes. Sin embargo, estos datos siempre están sujetos a discusión dado que acá en Concepción, además de las galerías céntricas, tenemos un centro comercial bastante innovador en su época como lo fue la “Galería Caracol” (1980).
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Recién en dicho año (2012) la comuna penquista tendría dos nuevos centros comerciales, que son “Mall del centro Concepción” (el más céntrico de todos) y también se inauguró sólo un par de meses después el “Malll Mirador Bio-Bío” ubicado en el sector Costanera. Ahora, siendo bien honestos, el del Trébol siempre ha sido el centro comercial más taquillero, “top”, bacán y “glamoroso” de todos (hasta hoy).
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Y como Mall Plaza del Trébol fue por mucho tiempo el único centro comercial de la ciudad, casi todos hemos sido testigos en alguna momento de su evolución como rincón de paseo. Claro, este tipo de lugares más bien buscan mantener bien activo el rubro comercial (donde se compra y ¡se endeuda!) pero también ha sido en décadas pasadas un atractivo punto donde matar el aburrimiento cada fin de semana, gente que incluso entraba únicamente a vitrinear.
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Aquí te recordaremos algunas de las cosas que hacíamos (y se hacen) en los pasillos del Mall Plaza del Trébol.
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Sin duda, una de las partes mas fascinantes donde ir al mall es el Patio de Comidas que se ubica en el segundo piso. Desde sus inicios varias marcas de restaurantes (y no solo de comida chatarra) ofrecen sus mas variados productos, que además suelen ser relativamente económicas considerando que aquí funciona el autoservicio. Completos, papas fritas, bebidas, pizzas, empanadas fritas de queso, sin dejar de lado los aderezos que se le echa a las cosas. Como olvidar locales como el “Doggis”, Pizza Hut, "Lomitto’s", “Pedro, Juan & Diego”, y muchos otros donde junto con acompañantes compartías al son de la atrayente y "deliciosa" (aunque poco saludable) comida chatarra.
Aunque en tiempos pasados venir al patio de comidas era mucho más entrete, esto porque hasta el 2006 habían enormes ventanales que daban la vista hacia la Autopista. Luego, a raíz de un incendio que ocurrió en el lugar, la empresa “Mall Plaza” decide remodelar el espacio quitándole así la luz natural que allí había.
Desde el año 2003, como una manera de incentivar los espacios culturales, se abrió en el Mall Plaza del Trébol una nueva modalidad denominada “Biblioteca Viva”. Es un centro lector donde se pueden “quemar” minutos hojeando algún libro o revista, aunque los lectores también pueden hacerse socios pagando una mensualidad. Y desde el 2005 funcionó aquí un cibercafé, ¡eso sí! Nunca fue gratis.
A diferencia de la Biblioteca Viva, este punto que es claramente un local comercial también disponía de un pequeño living en su interior donde los curiosos podían hojear los libros que estaban en venta. Incluso, los que no eran muy amantes de la lectura podían entretenerse hojeando tranquilos algunas de las denominas guías turísticas de la “Turistel” ¿¡Te acuerdas!?
Las compañías de telecomunicaciones siempre han promocionado sus planes para la suscripción de algún servicio, hasta hoy. Sin embargo, con el afán de promocionar alguno, colocaban “stands” donde dejaban a disposición de los transeúntes un computador encadenado.
Primero fue la compañía “Telefónica del Sur” quienes a comienzos de los 2000’s ubicaron su puesto al frente del ascensor (en el primer piso) y allí en una mesa tenían un computador donde se podía revisar el correo electrónico, o cualquier otra cosa, durante algunos minutos. Esa misma dinámica la tenían en la otra sucursal de calle Barros Arana, en el centro de Concepción.
Años después fue el turno de VTR que colocaba su propio “kiosquito” a mitad de pasillo, en la entrada (primer nivel). Hasta el 2006 también le pedías permiso al promotor-vendedor para revisar tu casilla e-mail por pocos minutos.
Pensándolo bien, así nos motivábamos al ocio virtual.
En días de otoño e invierno, no siempre habrán días despejados para salir a la playa o al parque. Aun con todo el “Boom comercial”, o con los sentimientos de angustia que surgen cuando la persona está en situación de carencias, estos centros comerciales tienen la gracia de que son rincones techados para los meses mas helados y sobre todo cuentan con buena calefacción.
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