Quizás pasado el 2020 ya no tiene mucho sentido contar este relato ya que ahora la mayoría de la gente se informa a través de las Redes Sociales (RR.SS), mientras la prensa tradicional como Diario El Mercurio está privatizando sus noticias en la web simplemente para no perder ganancia (piensen que en algunos puntos, los kioscos ya están muriendo). Sin embargo, este hecho aparentemente igual puede conmover dada su mística rural.
Para quienes no saben que significa el concepto “Logística en distribución”, se refiere a una actividad relacionado con dos asuntos semejantes, distribución de productos y mercadería en bodegaje, así también en la planificación de estrategias para el transporte de aquellos (esto para darle darle alcance al eventual consumidor). Por lo tanto llevar una carga de periódicos a una localidad rural, adentro de los maleteros inferiores del bus, es un mecanismo totalmente válido. En caso que los productos u objetos fueran de menor tamaño pueden ser transportados en las pequeñas repisas que están arriba de los asientos (adentro de la máquina).
Viene a la mente el recuerdo de un viaje hacia Lebu, que desde Concepción demora aproximadamente unas tres horas. En realidad un pasajero común y corriente no tiene siquiera porque relacionarse con el chofer, simplemente paga el boleto en la boletería, espera que en medio del viaje un auxiliar le pida dicho papel (sólo para chequear), ¡y listo! Sin embargo, han habido dos situaciones que al final tuvieron bastante correlación.
En el Terminal de Buses Jota Ewert (Ubicado en la Avenida Manuel Rodríguez) esperábamos el bus en los andenes, en el entretanto un furgón de suplementeros llegó al lugar esperando curiosamente el mismo “Pullman”. Mientras uno se subía a la máquina, el conductor del vehículo menor abrió las puertas traseras de donde sacó dos paquetes con muchos periódicos (amarrados con papel "kraft", y cargados con cuerdas de “nylon”).
Dichos envoltorios fueron ingresados a los maleteros inferiores del bus donde ya estábamos sentados, con destino a Lebu. Esa fue una escena aparentemente irrelevante.
Varias horas después, el bus hizo el siguiente itinerario. Primero cruzábamos el Puente Juan Pablo II para prácticamente salir de Concepción cuya puerta de salida era Lomas Coloradas en San Pedro de la Paz. Como este era un viaje interprovincial, el bus se saltó Coronel a través del By Pass, para luego retomar la Ruta 160 antes de llegar a Playa Blanca (A mitad de camino).
Llegando a Lota, y sin haberse inaugurado aun el By Pass (porque este viaje lo hicimos antes de 2015), el bus casi se saltó esta otra ciudad minera a través de una panamericana local que conecta las dos salidas de la localidad (norte y sur). Seguimos por Colcura, Chivilingo, Laraquete, Carampangue y Ramadillas, hasta entrar a Curanilahue donde habitualmente se va a dejar (o buscar) pasajeros.
Retomamos la Ruta 160 para seguir dirección sur, hasta dar con la localidad de Cerro Alto conocida por el cruce de caminos. Nuestro destino seguiría hacia la costa, de ahí que el bus llegó a una comuna de paso (y vecina de Lebu) llamada Los Álamos. ¡Fíjense aquí!
El bus, en el camino principal de esa localidad, se detuvo en una berma. Allí un comerciante habría esperado el “Pullman” y resultó ser un kiosquero ¿Saben como nos dimos cuenta? El auxiliar se bajó un rato del bus para abrir las puertas inferiores del maletero, de donde sacó los dos paquetes con periódicos. Recién allí, en carne propia, nos dimos cuenta de la importancia que tiene el transporte tanto para los comerciantes como para los consumidores (o lectores en este caso) de localidades apartadas de nuestro Chile.
Es verdad que hoy día internet ha facilitado un poco las cosas, aunque no siempre es perfecto porque la caída de las señales muchas veces nos llueve sobre mojado. Recuerden lo que pasó en Marzo de 2020 cuando muchos se sintieron obligados a conectarse a internet, cuando muchos medios de comunicación locales (sobre todo las radios) no eran completas en la entrega de información.
Quizás ahora este mecanismo no ayude como en 2015 en la distribución de los diarios, ahora todo es digital ¡Es verdad! Pero con aquellos productos de difícil adquisición en rincones apartados, el transporte en bus puede sacar de apuros. A veces los supermercados mayoristas están en las grandes ciudades, por lo que habitualmente los almaceneros de pueblos chicos suelen ir directamente para traer grandes mercaderías. ¿Qué pasa si el amigo del negocio estuviera gravemente enfermo? Este mecanismo podría ser de gran ayuda, para el transporte y carga de productos más bien específicos.
El transporte también comunica.
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