Si bien en las dos primeras dos décadas del Siglo XXI el cristianismo está pasando por una grave crisis de credibilidad (aun con todos los templos y sub-credos ramificados, después de las más diversas luchas de egos), pero no podemos negar tampoco que Chile y América Latina son lugares con una histórica formación religiosa. Quizás los más “subversivos” o “anarquicos” podrán decir que quienes fueron alguna vez pueblos originarios terminando siendo sometidos por la fé, cuando los curas llegaron (en la colonia) a estas tierras indómitas. Pero aun contamos con una mayoría creyente, y esa es una de las esencias de nuestra idiosincrasia (nos guste o no).
El conflicto surge básicamente en
sus extremos. Tanto de los feligreses como de los escépticos las posturas son
bien cerradas, pues el cristiano asume sin pensarlo dos veces que Jesús es el hijo de Dios (Y las creencias se respetan, ¿¡no es verdad!?). Mientras que
en el mundo mas critico hay otras dos visiones: 1) Jesús era un hombre mortal y
pecador como todos (no lo santifican), pero su contribución hace 2.000 años hoy
es digna de destacar; y 2) Otros cuestionan si es que Cristo realmente existió,
o que a lo mejor sería un personaje de ficción que partió siendo mitificado en
Tierra Santa para enseñar moralejas importantes a los seres humanos.
Estos son los tres puntos de vista que existen sobre la figura de Jesucristo:
1-
VISIÓN CRISTIANA: Jesús es el hijo de Dios (Una figura santa). Y la palabra nos
lleva a la salvación. El Santo Padre nos tiene listo un lugar a su lado,
siempre y cuando que sigamos sus mandamientos “en el mundo”. En rigor, todos los cristianos (cualquiera sea
la congregación) tiene esta premisa.
2-
VISIÓN HISTÓRICA: Jesús sí existió hace 2000 años, pero no era más que un
hombre mortal (de carne y hueso). Sin embargo, el evangelio puede interpretarse
como una recopilación de hechos históricos que dan testimonio de cómo Cristo mostró
al mundo (¡en su época claro!) una nueva forma de ser humanos y hermanos.
3-
VISIÓN LITERARIA (O DE MORALEJA): Hay gente que cuestiona si realmente Jesús
existió en el mundo, y que pudo haber sido ¡a lo mejor! una creación mitológica
de un pueblo humilde e inculto para inspirar “buenos principios morales”. No se
olviden que la Biblia está conformada de parábolas, una figura literaria que es
muy semejante a las metáforas poéticas. Por ende el evangelio puede ser
perfectamente un inspirador literario para tener buenos principios en la vida.
-
Jesús es muy importante para todos, porque en su minuto criticó la avaricia y dejó bien en claro que la Palabra de Dios enrriquece espiritualmente a las personas (Así se estimulan la empatía, el respeto, el amor y la verdadera caridad). Con la humildad uno va asumiendo en que terreno estamos ubicado, pero es a partir de allí donde debemos trabajar para hacer del mundo un lugar mejor. Su trascendencia es totalmente espiritual, por lo que no siempre quienes en este mundo predican a su favor comprenden o difunden el verdadero sentido de su palabra.
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