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lunes, 26 de junio de 2017

La vulneración de derechos


Vulneración de derechos: (Matonaje) Es la facultad que algunos matones o mafiosos se atribuyen, con tal de impedir que algunas personas común y corrientes (sobre todo las más vulnerables) puedan ejercer libremente sus derechos, garantizados tanto a nivel nacional (Constitución de la República) como internacional (Derechos Humanos de las Naciones Unidas). Esto suele ocurrir mucho bajo el poderío de los carteles del narcotráfico, donde los capos de la droga en algunos casos suelen tener más poder que el mismo estado y la misma policía.

                Hay países donde supuestamente rigen la democracia y la libertad (nuestros mismos países vecinos en Sudamérica por ejemplo), y aunque la “Libertad de Expresión” (como ejemplo) esté garantizada en los estatutos de dicho lugar hay personas que están impedidas a hacer uso de ese derecho, porque (¡quién sabe!) les tocó la mala suerte de tener a un alcalde o autoridad local que de forma prepotente acalle a las opiniones disidentes, incluso en redes sociales. ¿No se supone que cada ciudadano tiene derecho a formarse su propia opinión frente a un hecho de contingencia?



“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”
                                          (Artículo 19. Declaración Universal de los Derechos Humanos, ONU)



                Es decir, el estado garantiza ciertos derechos que no todos los ciudadanos lo pueden ejercer (no es que no quieran ejercerlo, sino que no pueden porque un tercero se los impide). Aquí una autoridad local negligente, o una mafia, cumple una función (repudiable y condenable bajo cualquier punto de vista) de “colador”, de “filtro” o “muro”.
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O en otro ámbito, el hecho de que un policía no acoja una denuncia en la Comisaria (o cuartel) ya es una forma de vulnerar el derecho a la seguridad. Pues hay personas que buscan confiar en la policía para acabar con esa sensación de inseguridad que en dicho momento los domina (Por ejemplo, cuando varios vehículos les hacen un seguimiento por fuera y en la calle, algo que incomoda rápidamente a los dueños de casa).

También cuando un comunicador (por ejemplo, locutor radial) emite comentarios discriminadores al aire desde una radioemisora, y la victima al acudir a tribunales no puede hacer uso de su derecho a “no ser discriminado”, esto por tres razones:

a) los jefes no pueden hacer para despedir al locutor negligente (porque si lo echan deberán pagar una indemnización millonaria), y en algunos casos un simple locutor podría tener más poder que el mismo director de la radio.

b) en las oficinas de Asesoría Jurídica responden con que la ley anti-discriminación es supuestamente privada, donde la justicia pública no tendría las facultades para acoger una demanda en contra del discriminador (cuento corto, deberá pagar un abogado) o sea ¿solo los ricos tienen derecho a no ser discriminado?

 c) la victima va a la Fiscalía para denunciar, pero los profesionales jurídicos suelen bajarle el perfil con el típico: “Ay, ¡pero señor!….¡déjelo que hable estupideces!, no caiga bajo o no caiga en su juego” (Haciendo un claro llamado a la resignación). Incluso no se sabe si dichos señores están coludidos ideológicamente con el victimario (o agresor).


Esa también es una forma de vulnerar un derecho. O incluso (en el mismo ejemplo anterior) el locutor paradójicamente se escuda con la libertad de expresión, a su favor claro. 

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