El Fuerte El Morro de Talcahuano fue por dos
años una dependencia administrada por la Armada de Chile, esto a comienzos del
gobierno militar entre los años 1973 y 1975.
En esa época, un grupo de detenidos simpatizantes
al Gobierno de Salvador Allende fueron traídos al lugar, entre ellas treinta
mujeres. Algunas fueron ejecutadas, pero otras salieron en libertad a los dos
años de permanecer encerradas, entre ellas Orfelina Sepulveda Robles quien el sábado
recién pasado protagonizó parte importante de la conmemoración “Homenaje a la
mujer luchadora”.
El acto fue convocado por las agrupaciones “Urdiendo
memorias” y la Corporacion Mutualista “Bautista Van Schouwen”. Aunque en el
Cerro El Morro de la comuna-puerto, lugar donde se realizaba el evento político,
flameaban tres banderas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (M.I.R).
De todas las ex presas que protagonizó la conmemoración,
Orfelina Sepulveda fue la única que estuvo en El Morro. Hoy es una mujer de 61
años, separada y además madre de tres hijas.
Por su parte Rebeca Ulloa, una de las
organizadoras de esta conmemoración, comentó que hoy se tiene proyectado
convertir los diferentes puntos de tortura en sitios de memoria. Y
particularmente en el Fuerte El Morro se piensa en la construcción de un museo
de Derechos Humanos para los próximos años.
Pese a las gestiones del gobierno por reparar
económicamente a los torturados y sus familiares, como también en recordar
parte de la historia ocurrida en el Gobierno Militar, las ex prisioneras de
todas formas se muestran desconformes. Esto por el hecho de que los ex
uniformados, condenados en la cárcel de Punta Peuco, estarían recibiendo
comodidades y privilegios que por cierto no son comunes en los centros
penitenciarios comunes.
Cabe detallar que el centro de tortura consta
de una infraestructura ya abandonada y que está ubicado en lo mas alto del
cerro El Morro de Talcahuano. Según se cuenta, el lugar donde se impartían los
castigos mas duros era conocido como “la embajada”, un cuarto subterráneo que
hoy se asemeja a una bóveda.
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