Mujer buena onda
por años me agradabas
como las olas del mar
que se ven cada tarde.
Te desahogabas siempre
ante mis ojos y mis oídos
que esperabas conocer un día
al hombre que te acompañaría
Y cuando te pedí la oportunidad
de ser yo ese compañero
terminaste hiriéndome maldita
rechazando mi ilusionada oferta.
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