En
el pueblo más humilde y oprimido
donde
los sueños no salen de sus mentes
voy
caminando derrumbado y sin alma
dolido
por sufrir angostos caminos.
Mirando
siempre abajo y agachado
en
las veredas más sucias y plomas
de
un pueblo corrompido con traiciones
bajo
vientos y oscuras nubes del sur
ruego
a cada peatón o matón que pase
a
que su ira la saquen con mi cobardía
¡Apuñalen
con piedras mi tonto fracaso!
para
sentir el delicioso dolor de tu apuñalada
Y
al menos así valorar mis trancas dolientes
En
coma, y acostado … en el precipicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario