Un jovencito, con aspecto tímido, introvertido y retraído, caminaba por las calles del barrio cuando casualmente se encontraba con un compañero de universidad (quien además era su vecino). Supo por Redes Sociales que este otro joven estaba organizando una fiesta en el patio de su casa, sólo para comprobar si éste también sería invitado le preguntaba de manera capciosa.
Rubencito:- Hola Daniel
Daniel:- Ah, hola Rubencito
Rubencito:- Oye, ¿es verdad lo que vi en Facebook?
Daniel:- ¿Sobre que?
Rubencito:- Que esta tarde harías una fiesta en tu casa
Daniel:- ¿Una fiesta? ¡No! No pasa naa, yo ahora voy a salir
Rubencito:- Ah, disculpa. Nos vemos
Daniel:- ¡Cuídate!
¿La verdad? El muy mala leche del Daniel le mintió, le dijo que no haría ninguna fiesta porque sencillamente no lo iba a invitar.
HORAS DESPUÉS
Mientras Rubencito intentaba ver una película en la pieza, sentía unos ruidos que venían de las otras cosas. ¿Y cómo creen? Era la fiesta de Daniel donde había llegado mucha gente, entre ellos a los zorrones de la facultad y unas cuantas señoritas buenasmozas. Lo estaban pasando "chancho". Eso puso muy triste a Rubencito, quien desde la ventana de su casa se dio cuenta que lo habían discriminado.
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MINUTOS DESPUÉS
Algo pasó que Rubencito se descolocó, el muy patudo estaba saltando la pandereta de la casa de Daniel. Y apenas caía al patio, el dueño de casa se incómodo e inmediatamente fue a increparlo.
Daniel (Muy molesto):- ¿Oye tú? ¿Qué estay haciendo? ¡¡Fuera de aquí!! ¡Sale!
Rubencito:- Estoy ejerciendo mi derecho
Daniel:- Ja ja ja jua ¿¡Derecho a que !?... payaso atontao'?
Rubencito:- Mi derecho de entrar gratuitamente a una playa, porque son bienes nacionales
Daniel:- Ja ja ja. Oye ridículo, Jua jua ja! ¿¡Qué estay hablando weón!? Esta es mi casa hombree...
Rubencito:- ¿Y la piscina de tu patio? ¿¡No cuenta!? -
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