Es
cierto que se están acabando las vacaciones o que los primeros días de marzo ya
están nublados, pero hay un dato que deben conocer respecto a la Playa de
Penco, en el sector del Restaurante CasinoOriente hay una pequeña pero
tranquila costanera-estacionamiento, frente al mar. ¿Cómo llegar? Quienes
vengan desde el centro de Concepción pueden bajarse en la esquina de Heras con
Membrillar, cuando el bus va subiendo en el cerro antes de llegar a la playa, y
desde la esquina mencionada caminas hacia la costa, después de dos cuadras
cruzas la línea del tren y al lado izquierdo del restaurant encuentras esta
“humilde costanera”.
Para
quienes caminen desde cualquier barrio de Penco este relajante y costero rincón
queda del CasinoOriente en dirección hacia el Liceo Penco y Playa Negra, para
que más o menos se entienda.
Es
un rincón con cinco asientos nuevos frente al mar, es demasiado tranquilo ideal
para relajarse un poco (sobre todo en la noche), no llega el ruido de la
locomoción que pasa en dos calles más allá. Cuenta con iluminación, el lugar en
si además es un estacionamiento de autos público, la calle que pasa por el
lugar es de tierra pero le da un toque pintoresco, buenas veredas y una buena
vista al mar. Es una gestión del alcalde Víctor Hugo Figueroa que no lleva ni
un año, pero nunca faltan los vecinos dañinos porque ya algunas partes
presentan daños.
Se
pueden ver instaladas algunas palmeras entre los asientos, pero llega a dar
pena que estén plantadas sobre tierra seca, seco adentro del “masetero de piedras”,
y seco en la parte de afuera. Cuando uno mira una de estas palmeras se puede
ver que las hojas están secas. Esta pequeña costanera no tiene áreas verdes.
Son
asientos “tipo plaza”, parecidos a los que se ven en cada plaza de armas del
país, hechos de tablas y afirmadas en el suelo con material metálico, “el
típico asiento de plaza”. Casi todos están en buenas condiciones pero en otro
de los que se están en la parte céntrica se pueden ver tablas dañadas hacia
atrás, entre quebradas y dobladas hacia abajo. Es triste como los municipios
gestionan buenos espacios para quienes desde la ciudad quieran arrancarse un
poco de la rutina, y siempre hay gente que daña espacios de su comuna, “de su
casa”. Realmente es triste.
Si
uno viene en la noche, pasado las 22 Horas, uno siente el relajo acústico del
mar aparte que hay días donde no transita mucho vehiculo (aparte que la calle
es corta). No se necesita traer MP3 para sentarse en uno de estos asientos, y
dejarse hipnotizar por las melodías de las olas, una buena forma de relajarse
un rato después de una semana laboral. Sentado allí a uno le nace mirar
seducidamente la Bahia de Concepcion.
No hay comentarios:
Publicar un comentario