"Tengo…. unos calzones blancos, ¡unos calzoncitos blancos!" |
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(Incomodado)
Llevo
como cincuenta años viviendo aquí, ¡y es primera vez que veo esa camioneta
estacionada aquí!
De
repente Natalia, su señora, lo llama desde la cocina.
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(Coqueta) Amor, ¿lanzaste las
semillas?
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(Aun incomodo)
Si,
¡ya voy!
Y
el hombre entra. Su señora de cocinar cuando se dispone a hacerle masajes.
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(Sexy)
Agustín,
¿hagamos el amor?
La
casa es un tanto lúgubre, aunque es un estilo adecuado para un matrimonio
mayor. El problema es que Natalia es la segunda esposa de Agustín, el hogar le
pertenecía al primer matrimonio, la señora antecesora ya había fallecido tres
años antes, y el único viejo es el hombre. La mujer apenas tiene 30 años.
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(Coqueta)
¡Dígame
mi amor!
Natalia
en realidad conoce al dueño de la camioneta, no le tiene buena ni mala, pero
sabe de sus negocios turbios.
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(Nerviosa) Es el dueño de la
cantina de afuera
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(Dudando aun)
¡Ahhhh!…..ya,
ahora ya sé quién es. Pero antes ese chiquillo se estacionaba afuera de su
casa, ¿Por qué se viene a ganar aquí?
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(A la defensiva)
¿Qué
insinúas?
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(Sorprendida)
¿Sapeándote?
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(Seguro) ¡Sí!, sapeándome
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(Disuasiva)
¿Eres
tan importante acaso?
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(Sereno, con grado de arrepentimiento) Mi sueño de niño era ser
famoso, pero… ¡con tanta desmoralización en este mundo!, ya lo que más quiero
ahora es pasar piola [4]
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(Disuasiva)
Pero
¿Qué te hace pensar que Alexis lo estaría sapeando mi amor?
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(Arrepentido, hablando con culpa) He dicho opiniones de las cuales
jamás imagine me costarían… ¡caro!
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(Teatrera)
¡Ahhh!….cuando
en una discusión vecinal, tú involucraste a las mafias con políticos de
derecha, ¿verdad?
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(Culposo)
¡Espero
estar equivocado!
Natalia
tiene miedo a que su esposo sospeche de las verdades intenciones del dueño de
la camioneta, así que busca la forma de seducirlo. Aunque en realidad sí lo
ama.
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(Coqueta)
¿Mi
amor?
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(Serio) ¿Mmmm?
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(Muy sexy….hablando despacio y con volumen bajo) Tengo…. unos calzones blancos, ¡unos
calzoncitos blancos!
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(Relajado)
¡Uyyyy!
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(Fogosa)
¡Oye!,
estoy caliente
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(Coqueta, con tono maternal)
Bueno, acuéstate encima de la cama gordo, ¡que esta noche es nuestra!
Y
el viejo finalmente sube por la escalera, mientras en su mente Natalia se decía
así mismo “¡Uy!, estuvo cerca”.
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