Hay tensión entre prioridades, confianza y bienestar en un Chile fragmentado. El anuncio de Boric sobre el litio en 2023, visto como una distracción frente a la inseguridad (90,6% de temor según encuestas), evidencia una desconexión entre las metas económicas del gobierno y la urgencia ciudadana por seguridad, agravada por la desconfianza en Carabineros, marcada por casos de abuso e ineficiencia. El dilema "costo-ganancia" entre orden y derechos conecta esta crisis con el auge de la ultraderecha, nostálgica de Pinochet en 2025, y modelos como Bukele, mientras el "efecto dominó" de la delincuencia y los medios amplifican el miedo. El golpe de 1973 y "Los 80’s" reflejan cómo la historia moldea estas percepciones, mostrando una sociedad que oscila entre pasado y presente.
Políticamente, el rechazo al borrador constitucional de 2022 (61,86% de votos) y la falta de autocrítica de la izquierda tras el plebiscito subrayan una brecha entre las élites y el pueblo, intensificada por decisiones impopulares como la oposición a los retiros del 10%. "Democracia y Desconexión" (Que se refiere a la falta de autocrítica en la izquierda tras su derrota en el primer proceso constitucional de 2021-2022) plantea que la verdadera democracia requiere empatía, no solo aceptación de resultados, mientras "Chile dice basta" (alusivo al surgimiento de movimientos ultraderechistas: Team Patriota, Pedro Pool, Koncevisión y el "Tio Kelly", libertarios, capitalismo revolucionario, etc.) revela un rechazo popular a un cambio constitucional percibido como elitista, no como solución a demandas reales. En contraste, zonas rurales como Alto Peñaflor o el Parque Ecuador ofrecen refugios de bienestar, vinculando la salud mental a la necesidad de calma frente al caos urbano y político. Estos conceptos se relacionan en un país que enfrenta inseguridad, desencanto político y un anhelo de conexión y estabilidad.
La felicidad podría lograrse aplicando estos conceptos mediante un enfoque que priorice la seguridad, restaure la confianza y fomente el bienestar colectivo. Abordar la inseguridad con políticas efectivas y éticas (reformando Carabineros) reduciría el temor y la tentación de soluciones autoritarias, mientras un gobierno que alinee sus prioridades (como el litio) con las demandas ciudadanas, acompañado de una izquierda autocrítica que escuche tras el Rechazo de 2022, recobraría la fe en la democracia. Promover espacios como Alto Peñaflor y el Parque Ecuador como accesibles refugios de naturaleza y comunidad aliviaría el estrés y fortalecería la cohesión social, ofreciendo a los chilenos un equilibrio entre orden, representación y paz emocional que responda a sus aspiraciones prácticas y necesidad de conexión.
El texto describe un Chile dividido por la inseguridad y la desconexión política: el foco de Boric en el litio (2023) choca con la crisis delictiva y la desconfianza en Carabineros, alimentando el apoyo a la ultraderecha y la nostalgia por el dictador Augusto Pinochet.
El rechazo al borrador constitucional de 2022 (61,86%) y la falta de autocrítica de la izquierda revelan una brecha con el pueblo, que ve el cambio constitucional como elitista, no como solución a sus problemas. Espacios como Alto Peñaflor y el Parque Ecuador emergen como oasis de bienestar, mientras redes como X canalizan la frustración, reflejando un país que busca seguridad, empatía política y calma en medio de la polarización y la memoria histórica.
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