Durante las últimas semanas el comando de Gabriel Boric ha hecho un gran trabajo, con el fin de ganarse el voto de aquellos chilenos que en Noviembre no salieron a votar.
Sin querer este fue un momento de auto-aprendizaje para toda la
coalición de “Apruebo Dignidad”, claro que esto también fue por el temor de que
Kast llegase a ganar los comicios.
La mayoría de quienes estuvieron ausentes para la Pasada Primera Vuelta son personas que hoy conviven con las barreras y obstáculos cotidianos de su vida diaria, condiciones que además son propios del chileno "sencillo", esforzado, común y corriente.
Algunas de
las cosas pendientes que aun no se resuelven: Deudas por la educación superior,
falta de oportunidades para los profesionales recién egresados, falta de campo
laboral en algunas profesiones universitarias, alzas en las bencinas, el poder
impune de los traficantes en las poblaciones, el ya reconocido distanciamiento
de Carabineros con la gente, las malas pensiones, el sistema de AFP, un trato
indigno de la salud pública con sus pacientes, situaciones laborales indignas
para algunos oficios, falta de fuentes y oportunidades laborales, el
centralismo laboral agudizado con la emigración laboral desde regiones a la
capital (o al norte en el caso de la minería), el concepto de salud clasista
con FONASA e ISAPRE, el empobrecimiento de la clase media en los últimos años,
los tensos trámites en COMPIN para conseguir licencias médicas, etc.)
Cada voto es valioso, porque lo que se disputa este Domingo es un proyecto de país que debe regir hasta los próximos cuatro años. Al menos, para mantener lo conseguido en Democracia (Aun con sus falencias). Chile necesita un gobierno creíble y estable, el país necesita equilibrio Y PAZ.
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Quedan MUY POCOS DÍAS para la Segunda Vuelta de las Presidenciales en Chile, y en la noche de
este domingo podremos saber ¡por fín! Quien será el próximo mandatario de la
nación. Hay que decirlo, estas campañas entre Boric y Kast han sido bastante
polémicas.
Mientras en la ultraderecha acusan al magallánico por presuntos actos ilícitos que el joven habría cometido en el pasado, vemos también que en el bando de izquierda legítimamente se han esforzado por ganarse el voto de la mayoría, o sea de los chilenos que por algun motivo X no fueron a votar en la pasada Primera Vuelta de Noviembre (Recuerden que la mayoría de los habilitados por el Servel no fueron a sufragar, pues el voto es voluntario aquí en Chile).
Los últimos trabajos del comando de Gabriel Boric (sin querer) fueron de un importante y trascendente auto-aprendizaje para la coalición de Apruebo Dignidad (sobre todo para el Frente Amplio, incluyendo Convergencia Social). Ya que con su noble intención de aplicar paradigmas acordes a las necesidades del Siglo XXI en nuestro país se percataron que hay aun pobreza en nuestro territorio, y que las necesidades de un hombre poblacional en Santiago o Concepción es totalmente al de un campesino que vive en Primer Agua o Rere. Incluso, que dentro del mundo urbano existe una clase media emergente (dicho mas formalmente, por no decir “clase media baja”, “aspiracionales” o “fachos pobres”) quienes hasta hoy no se sienten representados por la clase política, y aun así (justamente por no contar con privilegios) padecen de un sinfín de obstáculos y trámites que como cualquier chileno deben cumplir. Recuerde que “A nadie le regalan las cosas”, “Si no te levantas temprano…te van a cortar la luz”.
Bien sabemos que en los últimos años ha habido un promedio de 7 millones de votos por cada elección política, incluso hubiéramos esperado que en Noviembre (para la Primera Vuelta) hubieran votado unos 8 millones para aumentar más la convocatoria en comicios políticos, finalmente seguimos en las mismas y siguen habiendo chilenos desencantados. Quizás muchos dirán que un voto de los 7 millones que se contabilizan en todo el territorio pudiera parecer algo insignificante, pero como ahora vimos que los dos extremos de la clase política son los que disputan el poder acá en Chile acá hablamos de que se está jugando el destino de al menos los próximos cuatro años. Todos sabemos que la gente tiene problemas, o que en algun momento de la historia no se han sentido escuchados, y mas aun no van a votar porque sienten que en la elite política se van a ir arreglando los intereses creados (Algunos se aburrieron de ir a "tontear" a un colegio ¡dirán aquellos! y para votar por tal candidato quien promete aumento de sueldo o eliminación de las AFP ¿No cierto?, pero ocurre que cuando el candidato asume el poder empieza a darle cupos de ministros a tipos que uno ya había visto en décadas pesadas como un tal Eyzaeguirre ¡por ejemplo!).
A lo mejor el mundo intelectual asume y acepta estas percepciones espontáneas de las personas, pero lo difícil es lograr convencer con tu discurso que puede tener todas las mejores intenciones a esa persona que ve como tiempo perdido salir a votar (y matarse calor a las una de la tarde ¡haciendo filas!).
En fin, muchos ven un voto como algo insignificante pero en rigor no lo es porque así como cada candidato tiene su voto duro (de los militantes en este caso) las personas desencantadas podrían silenciosamente decir quien de los candidatos es el mejor capacitado o el menos malo para gobernar el país. Lo rico de la democracia es que las decisiones políticas o electorales se toman a raíz de una mayoría concreta.
Entonces la invitación a esas personas que no fueron a votar el otro día, es que lo hagan pensando en un hombre criterioso que lleve las riendas del país. Pero más aun en el programa que cada uno defiende. Si ya sabemos que mucha gente tiene obstáculos o barreras económicas, porque al fin y al cabo se trabaja para ganarse la vida ¿No? bueno, esas personas tienen que saber discernir entre los dos proyectos propuestos por Kast y Boric, ver cuál de ambas visiones de país podrían facilitarle la vida a las personas ¡Ese es el punto!
Ya es momento de que un programa de gobierno esté acorde de una vez a
las necesidades del Siglo XXI, y eso implica precisamente eliminar todos estos
dolores de cabeza con los que la gente debe lidiar (Deudas por la educación superior y mas aun cuando muchos al terminar
la carrera universitaria no encuentran trabajo porque las empresas piden a un
tipo con experiencia, alzas en las bencinas, el poder impune de los traficantes
en las poblaciones, una institución de Carabineros que hace rato que se ha
alejado de la gente, el sistema de AFP, un trato indigno de la salud pública a
las personas mas cuando los pacientes deben levantarse a las 4:30 AM para
ganarse en la fila y conseguir hora médica, situaciones laborales indignas y
precarias para muchos oficios como por ejemplos los conductores de la
locomoción colectiva, la falta de fuentes laborales en determinadas regiones
con el que solo conseguirán colapsar la pobre ciudad de Santiago, eliminar el
concepto de Salud Clasista con las FONASA e Isapre, el empobrecimiento de la
clase media que ha sido efecto de la pandemia, y por último los tramites tediosos en el
COMPIN cuando un trabajador decida pedir licencia médica que termina en
situaciones bastante graves, etc.)
Si una persona tiene asumido (en su percepción pesimista) que quien gane este Domingo seguirá haciendo lo mismo que un Ricardo Lagos o Michelle Bachelet en gobiernos anteriores, al menos debe ir a votar para por lo menos mantener algunas de las instituciones o derechos creados desde 1990 hasta ahora. Podrá sonar contradictorio ¡claro que si! Porque uno de los espíritus del Estallido Social era justamente romper con los últimos 30 años de injusticias. Pero uno de los candidatos tiene una visión de país (digamoslo) que consiste en precarizar los derechos conseguidos en Democracia, que quizás no serán perfectos ¡quizás! pero ¡al menos! son espacios o son instancias que en Dictadura jamás se habrían podido desarrollar para la ciudadanía. Piensen que en los 80’s no se podía ir a votar, o no había siquiera un Congreso Nacional para al menos fiscalizar al….¿Cómo lo podríamos llamar?....al Dictador de apellido Pinochet.
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