COLUMNA DE OPINIÓN: 21 de Mayo sin armas (ni guerra), es lección de PERSEVERANCIA

 

El largometraje chileno "Esmeralda 1879"
recreó esta batalla en particular 

Los chilenos no se rendían, aun con el panorama “en su contra”

Cada 21 de Mayo se conmemora una batalla naval, que enfrentó en el año 1879 a dos barcos enemigos: La Esmeralda de Chile frente al Huáscar del Perú. Dicho conflicto terminó en triunfo, incaico tras el evidente poderío de dos acorazados sobre el buque proveniente de Valparaíso (además de un apañe que provenía de las entonces costas peruanas en Iquique). Paréntesis, en ese año toda la zona de Arica y Tarapacá eran parte de Perú, por lo que el extremo norte chileno estaba en Taltal ¡Porciacaso!

Tras el Estallido Social del 2019
varios manifestantes han intentado boicotear
el monumento de las Glorias Navales en la 
Plaza Sotomayor de Valparaíso.
Sin embargo, este rincón es custodiado
constantemente por marinos de la Armada. 

Sin embargo, y cuento recontraconocido, entre los últimos años 2019-2021 Chile está en otra "parada" (Como se dice), donde las Fuerzas Armadas han adquirido mala fama (claro que el sector político más ultraderechista y conservador siempre va a manifestar su incondicional aprecio a "los milicos"). En tiempos de conflicto ideológico la Armada adquiere más aceptación en la derecha más que en las izquierdas. Pero si ponemos en contexto que tan valorada fue la marina chilena hace más de 100 años....las corrientes políticas de la sociedad eran totalmente distintas, ya que ni siquiera había ocurrido la Guerra Civil de 1891 y quizás por eso los marinos fueron hasta queridos por el común de los chilenos. No existía el comunismo, Rusia en ese tiempo era zarista, las ideas de Marx apenas estaban en una biblioteca británica guardada y empolvada....si los revolucionarios soviéticos como Lenin, Trostky o Stalin apenas eran unos niños allá en Moscú. Por eso los prejuicios que hoy se tienen de la Armada no existían a mediados del Siglo XIX. Aunque posiblemente los milicos si hacían su pega que fue defender el territorio chileno ante cualquier intento de invasión extranjera, no como lo que ocurriría un siglo después donde los intereses foráneos (gringos y soviets) incitaran a ejecutar personas totalmente ideologizadas tras el 11 de Septiembre de 1973.

¡Volvamos a lo nuestro!

Una cosa es que la milicia
peruana haya acabado con un sólo
barco chileno, pero los del Sur
jamás se rindieron en ese día. 

Antes de acabada la batalla los marinos chilenos no bajaron la guardia aun cuando la situación les jugaba en contra, y tras la muerte de Arturo Prat en el buque peruano (tras el abordaje) otro de lo oficiales incentivó a seguir peleando bajo la lógica de "Seguirla peleando hasta el final", una muestra de seguir poniendo pecho a las balas o de no dejar de pelear cuando se tiene un sueño (o una meta) desde el corazón. Sin embargo, en las guerras nadie gana....aunque hayan vencedores y vencidos, todos perdemos. Pero esa moraleja de la PERSEVERANCIA tiene que inculcarse en cada una de las rutinas que tenemos en la vida. No es de ninguna forma para incentivar pescar un arma y hacerle daño a otra persona ¡De ninguna manera! Es un llamado a que no debemos dejar de pelear por nuestros sueños, aunque en un comienza puedan parecer bien platónicos o imposibles de cumplir.

Al final, cuando en la Esmeralda “ya han muerto personas” en su interior (EN PLENO COMBATE), o aun con un barco de madera que sufrió daños y en varios de sus rincones, ¡¡esta gente la siguió peleando no más!!....

Incluso con su comandante muerto (Arturo Prat Chacón) en el otro barco peruano.