Día de San Valentín: Hay motivos para sorprender a la persona que te ama (y también a quien tú amas)

 

¿Recuerdas la primera vez que la viste? De primera te gustó cuando fue amor a primera vista, pero de primera como que no te pescó mucho. ¿No te ha pasado? Sin embargo un simple detalle, quizás inesperado, ha hecho de que tu te ganas su confianza...y luego la encantes. Ahí tenemos el primer paso para concretar una linda historia de amor. Viene el primer beso, y es un momento dulce para ambos. Surge la compañía, como un sin fin de aventuras que marca esta bella unión.

Esto es mucho más que sexo ¡obviamente!, es un momento donde a ambos les nace encontrarse, juntarse, reírse y compartir. Elemento suficiente para definir estas experiencias como “pololeo”. Ya que se habla mucho de infidelidades, ¡bueno! Las relaciones extramaritales tienen mucho más de amor que la más convencional unión matrimonial más cuando con tu cónyuge sólo lo estás pasando mal (y el amante es en algunas casos una vía de escape). ¿Con quien eres feliz realmente?

Viene un momento de cóctel donde ambos están compartiendo, bebiendo una copa de champagne. La música y la buena vibra hace que ambos se rían, hablen cada tonterita, pero si los latidos del corazón se notan en ambos, es el goce que no se debiera perder. Luego salen a caminar por un rato, y les da completamente lo mismo la cantidad de minutos que pasen. Se sientan en la plaza, hablan y es el espíritu de cupido quienes los protege. El beso, la pregunta en voz bajita, el ratito de silencio y el deleite del ambiente...por muy cotidiano que sea.  

 Al otro día se vuelven a juntar en la ciudad, y en una tranquila tarde de domingo van caminando juntos...lentos pero enamorados. Una muestra de que tan feliz tu estás, es cuando hablas y echas la talla, ambos se rían. Haces “niñerias” junto con aquella que habitualmente no haces en el resto del año (o bien, no lo haces cuando tiempo atrás estuviste solo), con ella te sientes libre para hacerlo...y todo es espontánea, se da ¡así! Punto.

Entonces, hay un motivo para hacerle un presente. Es la compañía que entre ambos se dan. Y sobre todo, porque cuando hay amor disfrutan del momento...sin estarse planificando todo el rato del futuro. Algo que en la vida cotidiana pocas veces hacemos.

¿Pero sabes? Entre que conviven, o se ven en algún momento del día, hay un motivo mucho más grande para que tú tengas una consideración con esa persona que es muy importante y especial para tí. Es el hecho de que ella te acepta como eres, y ¿porque no? Tu también la aceptas en tu vida, con virtudes y defectos. El verdadero amor es cuando sientes algo por tu compañero o compañera, sin importar la historia de vida o condición que ésta tenga (cargándola en su espalda). Al final de cuentas el amor es libertad, y sobre todo cura las almas.

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