lunes, 4 de marzo de 2024

INSÓLITO DEBATE EN REDES SOCIALES (RR.SS), EN TORNO A NUEVA CARRERA DE TEATRO EN LA UDEC

 

 ¿Qué necesitamos realmente? ¿Más actores? ¿O más espacios para un mejor desarrollo del teatro?

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Desde este 2024 se empieza a impartir la nueva carrera de teatro en la Universidad de Concepción, para compensar así una deuda histórica en materia cultural. Esta ciudad se destacó en tiempos pasados por contar con una destacada escuela teatral, sobre todo cuando funcionaba en calle Barros Arana el Teatro de la UdeC. De aquí sobresalieron alguna vez actores como Delfina Guzmán, Jaime Vadell, Luis Alarcón, por solo mencionar algunos. Todos ellos serían más conocidos con el correr de los años, al protagonizar los papeles de varios personajes en teleseries chilenas. 




 Sin duda que la gestión fue aplaudida por las elites, bajo el lema de que la sociedad debe acercarse más a la cultura. La interrogante aquí es, ¿que necesita realmente Chile? ¿más actores? ¿o más espacios para un mejor desarrollo del teatro?

Las dudas tienen que ver con la realidad del marco universitario-laboral, la mentalidad del estudiante de 19 años es diferente a la de un egresado de 24-25 años. Y la razón no radica únicamente en la maduración, sino que esas ganas de pasarlo bien (hobbie, idealismo) chocan con la realidad del mercado laboral que puede ser bastante duro tras obtener el cartón. Paradójicamente, buscar trabajo es cinco veces más difícil que defender una tesis en el exámen de grado. Es el fenómeno de los “cesantes ilustrados”, personas que al terminar sus estudios viven un verdadero drama que hasta la fecha el Estado no lo quiere asumir, aun cuando en las últimas décadas los universitarios provienen de todos los estratos sociales.  Hay mucha mano de obra, pero poca oferta laboral. 





 Se habla mucho de que estos años están siendo invadidos por la tecnología, que ciertamente es una realidad mundial. Si para los treintones y cuarentones debieran comprimir todos sus conocimientos a áreas que sean acordes a exigencias de las grandes empresas, a las generaciones nuevas (20’s) se les debiera ofrecer carreras que los lleven a alcanzar el éxito salarial pero sobre todo el reconocimiento de los más grandes promotores mundiales en informática, sea Google, inteligencia artificial, posicionamiento orgánico, redes sociales, etc.

Todos estos cuestionamientos apuntan a que un estudiante puede ser muy seco en el estudio, si es que entra a esta carrera de teatro, pero ante tanta influencia política, contactos o pitutos, el drama viene después de titularse. Cuento corto, ¿Qué seguridad tiene esa persona de encontrar trabajo? Y no por nada esta área tiene mala fama de ser una fabrica de cesantes, donde muchos actores van (como se dice) “a morirse de hambre”. Suena fea la caricatura, pero también es verdad que en la malla curricular nadie te aconseja como ganarte un contacto. 

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 Al final las universidades debieran pensar en la reestructuración, bajo el lema honesto de que una persona (sea o no titulado) debe trabajar para ganarse la vida honradamente. Pero lamentablemente no lo están haciendo, y ante tal porcentaje de desocupación lejos de solucionar el problema LO ESTÁN EMPEORANDO.

Sólo queda decir que la cultura y las expresiones artísticas son importantes para el país, pero sin esta carrera de teatro ya estamos al debe en nuestra ciudad de Concepción ya que si tienes talento debes congeniar con agrupaciones culturales para que ellos te inviten a exponer tu trabajo (no precisamente abriendo espacios abiertos, a donde cualquiera llegue para exponer), o incluso ¡contactos! Para que los canales de televisión te inviten. Aunque le pongas muchas ganas con tu obra, bien sabes que la mayoría de la gente no se siente enganchada con las artes. 



Al final te estás formando para actuar en una obra teatral, salvo que en la malla te preparen con un electivo para series de televisión aunque eso implique partir a Santiago y golpear puertas. ¿Qué te ofrece Concepción en teatro? Hay compañías que sólo son conocidas por gestores culturales en universidades, y siempre actúan en público la gente sólo va a ver la obra pero desconocen de los detalles. Los canales de televisión rara vez transmiten estas actuaciones, y los rectores tendrían que ser avales para que el salario valga la pena. -



 Ante el predominio de la imágen (Televisión y Redes Sociales), la cultura podría ser difundida de otra manera. Aun las elites ven con malos ojos la simplificación de los contenidos, ¡es decir! Traducir al video de 1 minuto una obra narrativa de 500 años. Pero reconozcamos que de esa forma un chico de 15 años en 2024 puede enganchar más con libros clásicos como “El Quijote de la Mancha” o “El Cantar del Mio Cid”. Estamos de acuerdo que la gente debe ver contenidos culturales, pero quizás lo que debieran hacer las universidades es ver la forma de como difundir todos esos mensajes o discursos a un público que tiene otras prioridades (donde la flojera no sea la única razón para no sentirse motivado por la cultura, también las obligaciones que un simple trabajador tiene a diario). 
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Otra muestra más de que el idealismo cultural no está para nada enchufado con la realidad de personas que sí quieren salir adelante, aunque a la vez también necesitan ganarse “sus luquitas” para PAGAR LAS CUENTAS.

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