jueves, 18 de febrero de 2021

Helados y postres en la playa: Lejos de refrescar, "aumentan las calorías"

Crédito: "La Crem" (Fan Page - Facebook)
La Crem es una conocida heladería de moda
en Penco, su local se ubica al frente de la playa.
Cuando en un día de Enero hace calor (pero mucho calor) dan ganas de ir a la playa. Así es como una familia de Concepción decide salir un día domingo a la playa de Penco (por su cercanía ¡obvio!). Llegan a eso de las 15 Horas, y el padre de familia busca que ¡¡hacer con la plata!! destinada a gastarla ($$$) en su familia. Ahí mismo en Penco encontramos varios puntos de venta para comprar empanadas de mariscos (producto típico), pizzerías, heladerías y alguna distribuidora donde comprar bebida (algunos grupos de amigos en este último local prefieren comprar cerveza).

Sólo que entre ver como en la Costanera muchos se sirven un helado, predomina también en las cercanías de la playa un tipo de comercio que incita y promociona la comida chatarra. No se olviden que producto del calentamiento global están aumentando las temperaturas, y en esos casos lo que más se busca (aparte de beber alcohol para relajarse un par de horas) es refrescarse, dicho de otra forma ¡capear el calor!

Ante tanta grasa o tanto azúcar en los helados (que a ratos ¡más bien parecen postres!) no podemos olvidar que haría muy bien vender productos refrescantes, que le hagan la guerra a las altas temperaturas, como los jugos (ojalá con hielo), el agua mineral, helados sin tanta grasa (o sin tanta azúcar) o los mismos granizados. Así como la gente de ciudad busca probar algunos productos típicos los locales colindantes con la playa de Penco promocionan demasiado la comida chatarra, ignorando por completo (salvo en dos locales) la opción de ofrecer productos típicos. Es verdad que el local "Maderos BeachMar" (Antes de la pandemia) ofrecía empanadas de mariscos en su menú, pero como en Lenga se podía encontrar 4 empanadas de mariscos en luca ($ 1.000) los precios que ofrecen en Penco son algo costosos, pero sabemos que en este restaurante su fuerte no son precisamente los mariscos. ¡Ah! ¿Y pizza? Si es por comer pizza, mejor vamos a un mall o centro comercial (o quizás a un local de Penco más cercano a la plaza, y no tanto a la playa). Aunque en gustos no hay nada escrito, pero pensando en el veraneante de Concepción no tiene mucho sentido ofrecer pizza al costado de la playa. Falta motivar o promover mejor la identidad de las costas, de nuestros mariscos. ¡Más hielo en los jugos! y menos azúcar en los helados.

Al final, la gracia de ir a la playa es airearse, sentir el viento que proviene del mar, y alivianarse la existencia "bajo los 25ºC intensos" que se sienten en el Gran Concepción.

                                                                                                                            

 

 

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